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Aunque ya parece liquidada, la serie por la promoción se definirá el martes en el estadio General Santander, desde las 7:45 p.m.
Antes de comenzar el partido, América ya iba perdiendo. Sus hinchas, decepcionados por la derrota en la gran final del torneo de la Primer B ante Alianza Petrolera, no lo acompañaron en el duelo de ida de la promoción, ante el Cúcuta Deportivo.
Apenas 10 mil personas llegaron al Pascual Guerrero para alentar a su Mechita, pero muy temprano sufrieron un nuevo golpe anímico. Su equipo, sin alma, sin espíritu, sin corazón, ya iba perdiendo a los cuatro minutos de juego, cuando el delantero motilón Víctor Uribe aprovechó un error de Luciano Ospina y venció al arquero escarlata, Andrés Mosquera.
Cúcuta, en cambio, asumió el compromiso como una final y estuvo concentrado y serio. De hecho, en la etapa inicial debió haber logrado una ventaja mayor, pues buscó constantemente el arco rival, incluso después de haber anotado.
El técnico uruguayo Guillermo Sanguinetti se dio cuenta de que podía liquidar la serie de una vez y desde la línea animó a sus dirigidos a aprovechar el mal momento de los diablos rojos, aunque se fueron a las duchas con el 1-0.
En el complemento la historia no cambió. Muy rápido Cúcuta anotó el segundo gol, por intermedio de José Luis Bueno, en una jugada en la que la zaga escarlata nuevamente evidenció sus falencias.
Dos minutos después brilló una luz de esperanza cuando Rubén Darío Bustos descontó de tiro libre, con la complicidad del arquero visitante, Luis Estacio.
Los aficionados alcanzaron a ilusionarse con la reacción americana, pero casi de inmediato llegó el tercer tanto motilón. Tras un cobro de costado, John Lozano, ex jugador rojo, le cambió el rumbo a la pelota y la mandó al fondo, para el 3-1.
Indignados, algunos hinchas se fueron del estadio, mientras que los pocos que se quedaron la emprendieron contra los jugadores y el cuerpo técnico, encabezado por Eduardo Lara.
Lágrimas, insultos y lamentos invadieron las tribunas del Pascual, más aún después de que Javier Flórez anotó el cuarto para los visitantes.
Definitivamente eran otros tiempos en los que el rojo escarlata era sinónimo de poderío. Este viernes, en Cali, el grande fue el Cúcuta, que con ambición y buen fútbol aseguró buena parte de su permanencia en la A.
El partido de ida se disputará el próximo martes en el estadio general Santander de Cúcuta, al que no podrán ingresar las barras americanas por disposición de las autoridades nortesantandereanas.
Allí, América, moribundo, buscará un milagro, pues tendrá que descontar tres goles para forzar, al menos, a la definición por penaltis. Futbolísticamente, sin embargo, los argumentos para seguir soñando con regresar a la A son escasos. Todo indica que los rojos seguirán al menos otro año en la B.