La tendencia terminó definiendo los semifinalistas restantes del Apertura, ya que Júnior confirmó su poderío en casa, Santa Fe volvió a sucumbir en una plaza maldita, como el Plazas Alcid, y a Equidad le rindió a domicilio, para que rojiblancos y aseguradores avanzaran en el torneo.
Ambos acompañarán a Tolima y Medellín, que habían obtenido desde la pasada fecha su clasificación a la penúltima instancia, de la cual Santa Fe tenía la primera opción, pero salvo una aproximación de Luis Manuel Seijas que rechazó Gonzalo Martínez, el juego en Neiva fue un monólogo porque el local arremetió contra el pórtico rival y el visitante sólo se dedicaba a aguantar, y ni al contragolpe le apostaba, porque los cerca de 40 grados centígrados en la capital opita fundían poco a poco a los albirrojos.
Por eso la resistencia duraría 25 minutos, cuando Ayron del Valle, con todo el aval en marca de Ricardo Villarraga que fue una autopista para los amarillos, remató cruzado y Agustín Julio, en lugar de cortar el remate rasante, terminó metiéndola para que el grito se escuchara en Neiva, como también en Cali, Barranquilla y Cartagena.
El 1-0 a favor del Huila, aparte de hacer justicia en el marcador, metía a Júnior a la semifinal y dejaba con opciones al Cali y a Cartagena. Un golpe que pareció de nocáut para los dirigidos por Germán González, porque no ofrecieron reacción alguna y fue así como Ormedis Madera, con tiempo y espacio de sobra, hizo de un remate fuerte, pero sin aparente riesgo, el segundo júbilo huilense ante una nueva equivocación del meta cardenal.
Por eso Basílico no esperó al entretiempo para mover sus fichas y envió al campo a Norbey Salazar y Alejandro Bernal en lugar de Juan Carlos Quintero y Seijas, y así evitar una debacle mayor. Y los cambios en cierta forma frenaron la avalancha local e incluso Santa Fe tuvo cómo descontar en el epílogo de la inicial a través de Mario González y Cristian Nazarit.
En el complemento Julio evitó una goleada, aunque en el epílogo Daniel Bocanegra, ex cardenal, de lateral pasó a ser delantero y definió para un baile local y la eliminación de Santa Fe, que se sentenció el domingo, pero que ya se había firmado una semana atrás con la derrota en El Campín.
Júnior sufrió más de la cuenta
En Barranquilla los que esperaban fiesta y goleada sufrieron hasta decir no más, porque Envigado, pese a tener varias bajas, complicó al Júnior y estuvo cerca de amargar al Metropolitano que se silenció aún más cuando el arquero local, Didier Muñoz, veía la roja por una mano fuera del área.
La tensión vino a dispersarse en el complemento, cuando el meta de la visita, Andrés Saldarriaga, también se fue expulsado por una falta contra Carlos Bacca que derivó en penalti, el cual se encargaría de cambiar por gol el propio atacante para el 1-0 que les devolvía el alma a los barranquilleros. Y para no dejar dudas, el propio goleador aumentaría para sellar la clasificación ñera.
"Nadie hablaba de Júnior y ahora qué van a decir cuando clasificamos contra los pronósticos de todos", cuestionó el capitán rojiblanco, Giovanni Hernández.