La gloria, esa misma que los dos mejores equipos del Clausura llegaban a buscar al Palogrande de Manizales, demostró una vez más que no entiende de merecimientos y sólo elige al que menos lo imagina. Y quedó ratificado no en uno ni dos, sino en los tres momentos que estremecieron a Caldas entero, porque el Once vino a descolgar la cuarta estrella del firmamento con la diosa fortuna como cómplice.
Sólo así se explica que después de 45 minutos de imprecisiones, el único que parecía tener pulso de relojero era el arquero del Tolima, Anthony Silva, quien tenía el imán para atrapar cuanta pelota se le atravesaba y era la cuota de seguridad necesaria para alimentar la ilusión de defender la ventaja obtenida en Ibagué el miércoles pasado.
Pero el primer balón que soltó el guaraní, así fuera más rebote que otra cosa y en tiempo de adición, le permitió a Jaime Castrillón, inadvertido durante todo el primer tiempo, estar en el lugar preciso y libre de marca para rematar y poner el uno a cero a favor del local, con el que se igualaba la serie, justo antes de irse al vestuario.
Y si el volante podía preciarse de iluminado, ni hablar del atacante Fernando Uribe. El pereirano no había visto una, ni en la ida en el Murillo Toro ni en la inicial de la vuelta en el Palogrande, pero le bastó tener el arco al frente, gracias a una habilitación de Dayro Moreno que esta vez prefirió asistir que celebrar, para expulsar el grito soñado que incluía más que júbilo.
Apenas se marcaba el octavo minuto del complemento y la Feria de Manizales ya empezaba con el famoso conteo del ‘Uno, dos, tres…’, hasta llegar al sinónimo de la principal alegría del pueblo caldense: “¡Once!”.
El dos a cero se lo debían a verdaderos afortunados, por lo que de llegar uno más tendría que ser entonces de alguien que no hubiese tenido mayor participación y por eso Wilson Mena, quien acababa de reemplazar a Félix Micolta, aprovechó otro rebote de Silva, el héroe convertido en villano, para sellar con goleada semejante consagración.
Ni siquiera el descuento de Danny Aguilar, cuando restaban cuatro minutos para el final, amenazó con frenar una fiesta vestida de blanco y a ritmo de paso doble, con la que se coronó una campaña que premia al mejor del segundo semestre que se impuso a puro gol y no en vano ostentó la mejor ofensiva con promedio de dos tantos por juego.
El Tolima hizo también méritos para dar la vuelta y por algo triunfó en la ida, pero le pesó a la hora de patentarlo y poco a poco se fue desmoronando en el gramado del Palogrande y al final víctima de la impotencia se quedó sin su capitán, quien vio la roja y terminó naufragando en el mar de la desilusión. De ahí que ni siquiera el cupo a la próxima Libertadores, al ser el primero en la Reclasificación, parezca consuelo para el vinotinto.
Así pues las cosas, Colombia estará representada en la Copa Libertadores de 2011 por el Atlético Júnior, campeón del Apertura 2010, el Once Caldas y el Deportes Tolima, que terminó primero en la clasificación general del año.
Ficha técnica:
Once Caldas: Luis Martínez; Iván Vélez, Oswaldo Vizcarrondo, Alexis Henríquez, Luis Núñez; Félix Micolta (m.71, Wilson Mena) , Harrison Henao, John Valencia, Jaime Castrillón; Dayro Moreno y Fernando Uribe (m.84, Diego Arango) . Entrenador: Juan Carlos Osorio
Deportes Tolima: Anthony Silva; Gerardo Vallejo, Yair Arrechea, Yesid Martínez, Danny Aguilar; Cristian Marrugo (m.69, Hugo Centurión) , Gustavo Bolívar, Mike Campaz (m.56, Fernando Cárdenas) , Rodrigo Marangoni; Wilder Medina y Jorge Perlaza. Entrenador: Hernán Torres
Goles: 1-0, m.45: Jaime Castrillón. 2-0, m.53: Fernando Uribe. 3-0, m.75: Wilson Mena. 3-1, m.87: Danny Aguilar
Árbitro: Wilmer Roldán. Expulsó a Gerardo Vallejo.
Amonestados: Yair Arrechea, Félix Micolta, Cristian Marrugo, Iván Vélez, Fernando Cárdenas, Danny Aguilar.
Incidencias: Partido de vuelta de la final del Torneo Finalización colombiano disputado en el estadio Palogrande de Manizales.