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Otro estrechón de manos superó una crisis deportiva

Sin necesidad de una mediación, como ocurrió el viernes pasado cuando el presidente de República Dominicana propició el estrechón de manos entre sus homónimos de Colombia, Ecuador y Venezuela para dar por terminada la crisis diplomática entre los tres países, Diego Umaña, técnico del América, y Daniel Carreño, entrenador del Deportivo Cali, simbolizaron por la misma vía un mensaje de paz, tras los incidentes del sábado anterior en el Pascual Guerrero que dejaron como saldo 80 personas heridas.

El Espectador
10 de marzo de 2008 - 07:30 p. m.

El clásico caleño, que fue suspendido a cinco minutos del final por enfrentamientos entre algunos integrantes de la barra ‘Barón Rojo’ con hombres de la Fuerza Pública en la tribuna sur, tuvo además otro episodio nefasto: la agresión de Umaña a Carreño en pleno gramado de juego.

Por eso ayer, en la reunión de emergencia programada por Juan Carlos Abadía, gobernador del Valle, en las instalaciones de dicho ente, ambos estrategas asistieron y luego de presentar las excusas el agresor y aceptarlas el agredido, juntaron sus manos y lucieron sonrientes ante las cámaras.

“Me equivoqué y actué de una manera equivocada, por eso estoy acá para ofrecerle mis excusas al profesor Carreño, un colega que no merecía esa reacción y menos por tratarse de un extranjero que merece buen trato en nuestro país”, dijo Umaña, quien estuvo acompañado del gerente del América, Óscar Gallego.

Carreño, por su parte, señaló que “eso se debe al calor del juego y más al tratarse de un partido tan disputado como el del sábado. Muchas veces los entrenadores somos objeto de diversas presiones por parte de la hinchada y el periodismo, y explotamos de forma indebida en algunos casos”.

En la reunión, a la que también asistieron el general Jesús Antonio Gómez, comandante de la Policía de Cali; Diego Cardona, secretario de deportes municipal de la capital vallecaucana; Rodrigo Otoya y Raúl Ramírez, presidente y gerente del Cali, respectivamente, además de Álex Escobar, asistente técnico del América, también se tomaron algunas determinaciones para los próximos juegos en el escenario sanfernandino.

Por ejemplo, el gobernador Abadía se comprometió a “instalar más cámaras de seguridad en las distintas tribunas para controlar cualquier hecho delictivo y detectar a las personas que propician este tipo de comportamientos. Se utilizarán también detectores de metales para que las requisas sean más efectivas y evitar así el ingreso de armas blancas. De igual forma, a las personas que se les detecte un alto grado de alicoramiento o que estén bajo el efecto de sustancias prohibidas, se les impedirá la entrada”.

El alto oficial de la Policía dijo igualmente que “las requisas serán mucho más rigurosas”, en lo que coincidió Cardona, quien en representación de la administración municipal, adelantó que “la inspección al estadio que se hace previamente a cada partido será más exhaustiva y eso cobijará también a los vendedores ambulantes”.

Pero el que más estricto se mostró fue el alcalde de la ciudad, Jorge Iván Ospina, ausente de la reunión, pero quien se mantuvo firme en su posición de cerrar la tribuna sur para la hinchada del América durante 10 partidos.

Por El Espectador

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