Cuando la valla rival se estremece, es inevitable la satisfacción, cuya intensidad dependerá del instante en que se consiga, la camiseta que esté al frente y, sobre todo, de la importancia de tal conquista. Gol es gol en pocas palabras, y para artilleros como Julio Gutiérrez y Carlos Hidalgo en este momento resulta más que un desahogo.
Los goleadores de Santa Fe y Pasto, presos de la ira, vieron la roja en la antepenúltima fecha del Clausura por agredir a contrarios. Dejaron a sus equipos en inferioridad numérica y en un momento definitivo del torneo en el que había mucho en juego, al punto que el delantero colombiano tuvo que vivir la impotencia del descenso en las desoladas gradas del estadio ‘La Libertad’ el pasado domingo.
El chileno, por su parte, a escasos metros de Hidalgo, respiraba con cierto alivio al ver cómo sus compañeros se imponían por la mínima en la capital nariñense y quedaban cerca, muy cerca de la clasificación a los cuadrangulares, aunque con cierta angustia porque acepta que “se sufre mucho estando afuera y más cuando es por un error tuyo, pero eso ya quedó atrás y ahora pensamos en la final de la Copa (Colombia)”.
De ahí que el primero de los dos partidos que buscará al campeón de la Postobón desde esta noche en Pasto (8:15, TV Colombia), no sea uno más para el austral, quien entiende que “es de los objetivos que nos hemos propuesto y tan importante como los demás, porque da cupo a torneo internacional, que siempre será atractivo para cualquiera”.
Después del trabajo de ayer en la cancha del Hospital San Rafael de la capital nariñense, el técnico albirrojo, Germán González, confirmó en la titular a Gutiérrez, quien en el torneo suma dos festejos, tres menos que Hidalgo, quien comandará el ataque local “en un momento muy difícil y complicado porque no pensábamos que fuéramos a descender por una injusticia tan grande, ya que en la cancha demostramos que fuimos superiores a muchos equipos y por una cuestión extrafutbolística ahora estamos en la B”.
El mejor jugador del Pasto en el segundo semestre reconoce que “la mayoría de los compañeros están todavía muy golpeados por lo que pasó y se necesita más tiempo para superar este trago amargo, pero ahora tenemos una oportunidad que no podemos desaprovechar, por eso debemos salir a buscar el partido y vamos a demostrar que tenemos un equipo de primera”.
El rival será el mismo verdugo que los empujó al abismo del descenso tres días atrás, pero Hidalgo no piensa en revancha, más bien en “superar a un gran equipo en nuestra casa, porque con el balón a lo largo del torneo hemos sido lo suficientemente claros y contundentes”.
Él quiere serlo a como dé lugar para acercarse a la Copa Sudamericana, el premio al campeón, y de paso despedirse de la mejor manera de la afición que lo convirtió en ídolo, ya que “en diciembre termina mi contrato con Pasto y gracias al buen semestre que he tenido, hay varias propuestas y me tomaré el tiempo para decidirme por la mejor”.
Gutiérrez, en cambio, quiere seguir de rojo y blanco por más tiempo, así su vínculo también expire a fin de año. Sentimientos encontrados los de los goleadores que este miércoles, de nuevo, se darán cita en el mismo escenario, pero esta vez en la cancha y por un título de por medio.