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Aquel 19 será ¡Inolvidable!

Nadie más indicado que Gabriel Ochoa para recordar la primera estrella del América. El médico le contó a El Espectador detalles de la histórica campaña escarlata de 1979.

Hernán Darío Moreno Quiñones
19 de diciembre de 2015 - 03:38 p. m.
Aquel 19 será ¡Inolvidable!

Hay fechas inolvidables: la del cumpleaños, aniversario, Navidad, Año Nuevo y una que otra fiesta patria, pero con seguridad, para cualquiera que diga llamarse hincha del América, sólo existe una: 19 de diciembre de 1979.

El médico Ochoa fue quien trazó el camino para que el América sea en la actualidad uno de los equipos más ganadores de Colombia junto con Atlético Nacional y tan solo por detrás Millonarios y ni siquiera el paso de los años le impide al principal artífice de la conquista evocar el más mínimo detalle que quiso compartir, muy a su estilo, con El Espectador.

¿Quién lo llevó al América?

El 20 de diciembre de 1978 José ‘Pepino’ Sangiovanni me ofreció el equipo para que lo dirigiera en la siguiente temporada. En ese momento ejercía mi profesión de médico y por ello le dije que no, que me iba a enfocar en lo mío, pero él siguió llamando, casi todos los días lo hacía para preguntarme si había pensado en la oferta. Fue tanta su insistencia, que terminé aceptando.

¿Llegó para pelear título?

Recibí un equipo de media tabla hacia abajo, muy modesto, y traté de mantener la base con la que se había venido jugando en las temporadas anteriores, se mantuvo a Valencia, Chaparro, Reyes y Pascuttini, quien sería el capitán del equipo de ese año, y luego llegaron Carlos Alfredo Gay, Juan Manuel Battaglia, Gerardo González Aquino, Víctor Lugo y Jorge Ramón Cáceres. Lo hice así porque tengo muy claro que un equipo no se hace de la noche a la mañana, no existe la varita mágica que conforme a 11 jugadores en tan corto tiempo.

¿Qué recuerda de esa final?

Para la última fecha el título se le complicó al América porque habíamos perdido contra Santa Fe en la fecha anterior y dependíamos del resultado que se diera en Barranquilla. Es más, si Magdalena conseguía el empate, era el campeón, pero el equipo siempre luchó hasta el último momento, jamás bajo los brazos y así fue que logramos ser campeones.

¿Cómo celebró el título?

Al final del partido me fui para los vestuarios y felicité al grupo, todo con mucha tranquilidad, sabía que habíamos conseguido algo muy importante, pero había que tener mesura.

¿La maldición de ‘Garabato’ influyó en algo?

Para mí nunca existió eso de Garabato. Sé que había un jugador por allá de los años 30 ó 40 que era del América y le decían Garabato, y que nunca lo dejaron jugar y por eso salió maldiciendo al equipo, pero no es más. América jamás vivió de esos parámetros, siempre salimos en busca del título.

¿Cuál fue el secreto para dar la vuelta olímpica?

Tuve uno solo: trabajo, mucho trabajo. Trabajaba 20 horas al día y en las cuatro restantes soñaba con ser campeón.

¿Hay muchas diferencias entre ese primer campeón y el que se coronó el año pasado?

Cuando dirigí al América siempre mantuve una base, traté de darle una continuidad al equipo; por eso pudimos conseguir luego el pentacampeonato (1982,1983, 1984, 1985 y 1986). Lo que pasó con el equipo que salió campeón en 2008 fue que vendieron a los principales jugadores con los que consiguieron el título, no dieron continuidad y eso fue lo que los mató para este año.

Así consiguió América su primer título

Aquel 19 de diciembre de 1979 quedó en la memoria de los hinchas escarlatas y pues consiguieron el primer título a nivel profesional, marcó el inicio de una brillante historia que hoy cuenta trece estrellas.

La historia del América de Cali quedó enmarcada por la maldición ‘del garabato’, a la que durante 52 años se le culpó de no poder salir campeón del rentado nacional. Se dice que en 1948, cuando el equipo se volvió profesional; gracias a las gestiones realizadas por el entonces presidente del equipo Humberto Salcedo Fernández; la idea no fue compartida por uno de los socios de la institución escarlata. Benjamín Urrea, mejor conocido como ‘Garabato, se opuso enérgicamente a la decisión de Salcedo, y profirió la conocida maldición: "que lo vuelvan profesional, que hagan con el equipo lo que quieran... que, por mi Dios, América nunca será campeón.".

Su maldición funcionó y América vivió tres décadas sin conocer el triunfo, hasta que en 1978 Garabato fue convencido para que revocara el maleficio que había lanzado contra el equipo años atrás. En una solemne misa, realizada en el Estadio Pascual Guerrero, Benjamín Urrea retiró lo dicho contra América y firmó un documento en el que, oficialmente, le ponía fin a la maldición.

Al siguiente año las directivas de los ‘Diablos Rojos’ a la cabeza de José Sanguiovanni, buscaron la forma de maximizar las posibilidades de que el equipo fuese campeón y fue así como convencieron al Doctor Gabriel Ochoa Uribe de tomar las riendas del equipo.

Ochoa ya había dirigido a Millonarios y Santa Fe, equipos con los que consiguió seis títulos profesionales. En 1979 tomó el mando en el América y conformó una plantilla modesta, pero con algunos jugadores de jerarquía con los que ya había trabajado. De Aquel equipo resaltan los nombres de Luis Alegría Valencia, Aurelio José Pascuttini, Gabriel Chaparro, Luis Eduardo Reyes, Wilson Américo Quiñónez, Carlos Alfredo Gay, Juan Manuel Battaglia, Gerardo González Aquino, Víctor Lugo, Jorge Ramón Cáceres y Alfonso Cañón.

Con una buena nómina y un esquema de juego claro y bien definido, América comenzó el campeonato con el firme ideal de alzarse con el título. Y durante todo el año demostró que tenía con qué conseguirlo, pues cabalgó los dos torneos del 79. En el torneo apertura terminó segundo con 34 puntos, superado sólo por el Deportivo Cali que contaba con la misma cantidad de unidades, pero ganaba la posición por gol diferencia; y el en torneo finalización se apoderó del liderato con 31 puntos, cuatro más que su rival de patio que tenía 27. Para los cuadrangulares semifinales América y Júnior lograron conseguir el tiquete a la última estancia del torneo, junto a Unión Magdalena y Santa Fe.

En los cuadrangulares semifinales América culminó segundo del grupo A, con lo cual se aseguró un cupo en el cuadrangular final. Tras 3 victorias, 2 empates y 1 derrota, América se coronó campeón del torneo nacional. El último partido fue ante el Unión Magdalena, el 19 de diciembre. Una victoria 2:0, ante un estadio excesivamente lleno, le dieron el anhelado título al elenco escarlata.

Así pues, América dejó a un lado maldiciones y tristezas de 52 años de espera, para poder consagrar se el 19 de diciembre de 1979 como campeón del torneo nacional y conseguir así su primera estrella, que para muchos la más importante de las 13 que los escarlatas han obtenido. Durante la década de los 80, América se reforzó con jugadores de primer nivel como Willignton Ortiz, Ricardo Gareca, Julio César Falcioni, Ánthony de Ávila, entre otros, con los que consiguió cinco títulos consecutivos más y logró alcanzar la final de la Copa Libertadores de América en cuatro oportunidades.

Muchos aseguran que la maldición del ‘Garabato’ aún persiste en el equipo y es lo que no le permite alzarse con el torneo de equipos más importante del continente. Lo cierto es que pese a las dificultades que ha pasado el conjunto escarlata a lo largo de su historia, es uno de los equipos más populares de Colombia y de más reconocimiento a nivel internacional.

Por Hernán Darío Moreno Quiñones

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