El arquero uruguayo Juan Obelar fue el gran responsable de que Millonarios no cayera en su patio ante el enconado y siempre rival, Atlético Nacional.
Tras su destacada actuación, que pone a soñar nuevamente a la fanaticada albiazul de Bogotá, Obelar aseguró que apenas entró al campo de juego lo primero que lo impresionó fue ver el ambiente que se vivía en las tribunas. "La piel se me puso de gallina", admitió.
Con respecto a su labor debajo de los tres palos, el uruguayo se mostró cauto al asegurar que "más allá del trabajo de uno, hay que mirar lo colectivo. El equipo funcionó bien y lo importante es haber ganado".
Sabía de la rivalidad que hay entre Millonarios y Atlético Nacional y por eso dio a conocer sus mejores credenciales como guardameta. Se mostró seguro en los balones aéreos, en los cortes y especialmente en los remates de media distancia, pese a que el gol en contra fue un error que él propio admitió.
"Fue una jugada en la que tuve exceso de confianza, pensé que la pelota iba hacia afuera, cuando la vi encima me pica y se me va hacia adentro; tiré el manotazo, pero no pude manotear bien", explicó.
Sin embargo, el error lo borró rápidamente con soberbias intervenciones antes los incesantes remates de Stalin Motta, Giovanni Moreno, Marlon Piedrahita y Jairo Patiño, entre otros.
"Es que los clásicos son como finales, no son para jugarlos sino para ganarlos, el del sábado era para ganarlo y gracias a Dios así se dio", agregó el guardameta charrúa.
Con respecto al arranque de Millonarios, reconoció que por momentos el equipo lució mal, pero afirma que estaban preparados para esa arremetida inicial de Nacional.
"Sabíamos que iban a hacer muy agresivos y lo demostraron en los primeros minutos, por suerte supimos manejar la calma y los tiempos, El profe (Luis Augusto 'chiqui' García) acertó en el planteamiento", sentenció.
Finalmente Obelar fue consciente de que si bien se le ganó a un importante rival, la temporada apenas comienza pero dejó en claro que Millonarios "no es el mejor cuando gana, pero tampoco es el peor cuando pierde".