Hace seis años y medio, César Pastrana asumió la presidencia del Independiente Santa Fe. El club estaba quebrado y a punto de desaparecer, mientras sus hinchas eran cada vez menos. Hoy, el panorama es completamente diferente, pues el primer campeón de Colombia se ha convertido en un modelo deportivo, económico y administrativo para los demás equipos del país.
Además de recuperar el prestigio deportivo, el club albirrojo salió de la Ley 550 y superó un déficit cercano a los $15.000 millones. Adquirió una sede deportiva en Tenjo y amplió su sede administrativa en el barrio San Miguel. Hoy, los patrocinadores no caben en su camiseta e incluso hay empresas en lista de espera.
Esta es la carta de Pastrana
Desde lo más profundo de mi corazón, con sentimiento, pero con mucho respeto y altura me dirijo a ustedes. No me explico cómo por un semestre malo, podamos olvidar estos últimos años maravillosos en los cuales hemos conseguido, desde 2012, títulos nacionales e internacional, a sabiendas que teníamos casi cuatro décadas sin conseguir algo importante.
Quiero manifestar que haré los esfuerzos necesarios para que este segundo semestre, podamos volver a levantar copas, son cinco en juego y lucharemos por todas ellas (Suruga Bank, Recopa Sudamericana, Copa Sudamericana, Copa Águila y Liga Águila). Con la gloria de Dios las vamos a levantar, cualquiera de ellas, y porque no la mayoría.
Trabajaré como siempre lo he hecho con amor, dedicación, esmero y lealtad por conseguir estos reconocimientos para una institución que me enseñó a tener amor y pasión por una camiseta. Divisa por la cual he llorado, pero por la cual, también he tenido momentos inolvidables. Instantes llenos de alegría y satisfacción por el deber cumplido.
Anuncio que independiente de lo que suceda los estaré acompañando hasta el mes de diciembre de este año, dejando que mis compañeros de junta y asamblea decidan quién maneje los destinos del equipo a partir de enero de 2017.
Con sentimientos de consideración, aprecio y respeto por todos ustedes.