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La crónica: ¡Cali, supercampeón!

El cuadro azucarero ganó en la tanda de los penaltis luego de que Atlético Nacional lo superara en los 90 minutos 1-0, con gol de Jefferson Duque, e igualara la serie 2-2.

El Espectador
30 de enero de 2014 - 02:58 a. m.
AFP / AFP
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Desde la definición de los 12 pasos Deportivo Cali se coronó campeón de la Superliga Postobón y aseguró un cupo en la Copa Sudamericana de este año. Aunque Nacional fue superior en los 90 minutos, el cuadro azucarero fue el que levantó la copa. Esta significó la primera derrota del técnico Juan Carlos Osorio en una final del fútbol colombiano.

En los días previos al partido, el técnico del Deportivo Cali, Leonel Álvarez, había anunciado un juego en el que su equipo saldría con la intención de mantener la pelota para quitarle a Atlético Nacional posibilidades de darle vuelta a un marcador que le favorecía 2-1 al conjunto azucarero. Eso no se dio. El Cali nunca pudo controlar el partido, siempre el local fue el que mandó y con posesión fue poco a poco desgastando el esquema que planteó Leonel Álvarez.

En los primeros minutos ninguno de los dos equipos logró ser profundo, era un partido luchado en la mitad del campo, con pocas opciones de gol. Fue justamente al minuto 11 cuando el paraguayo Róbin Ramírez intentó con un remate sorprender a ‘Neco’ Martínez, pero le faltó definición. El cuadro azucarero esperaba y Nacional, que era el de la obligación porque estaba por debajo en el marcador, buscaba generar fútbol por intermedio de Edwin Cardona y Sherman Cárdenas; sin embargo, los delanteros no aparecían.

Lo hicieron justo para el minuto 27, cuando llegó el primer gol de Nacional. Farid Díaz desbordó por izquierda, centró al segundo palo y Jefferson Duque, quien se convirtió en un jugador fundamental en las finales para Nacional, de cabeza envió el balón al fondo de la red. El delantero antioqueño una vez más convirtió en una final. Ya lo había hecho en las últimas cuatro que había jugado.

Ese gol fue mortal para el Cali porque, en vez de reaccionar, cedió más espacios y le entregó todo a Nacional, que siguió buscando con todos sus argumentos el arco contrario. En el equipo caleño los jugadores de recuperación no aparecían. Cuéllar y Pérez llegaban siempre a destiempo y cometían faltas, mientras que Cristian Marrugo, Néstor Camacho, Carlos Rivas y Róbin Ramírez no encontraban la manera de penetrar la recia línea de cuatro que armó Juan Carlos Osorio.

Para el segundo tiempo, Leonel Álvarez movió su once titular. Ingresó a John Viáfara y sacó a Néstor Camacho con la idea de darle mayor marca. Ese cambio inicialmente no surtió efecto y, por el contrario, le dio más ánimos a Nacional para venirse con mayor fuerza a buscar la ventaja. Así que le tocó a Leonel volver a mover el equipo. Sacó a Carlos Rivas y metió a Mauricio Casierra, con lo que permitió a Vladimir Marín pasar a la mitad de la cancha y taponar la salida de Daniel Bocanegra.

Eso fue equilibrando un poco más el juego, que seguía dominado por Nacional, que buscaba pero no encontraba la manera de liquidar el juego. Cali parecía conformarse con los penaltis porque, en lugar de proponer y buscar, prefirió esperar y controlar que el equipo local no generara peligro. En el minuto 90 salió expulsado Gustavo Cuéllar por insultar en frente del árbitro Alexander Mejía.

En los cobros desde el punto penal Cali fue superior a Nacional y gracias a la experiencia de Farid Mondragón ganó la serie 4-3 para proclamarse campeón en condición de visitante. Por Nacional desperdiciaron Sherman Cárdenas y Juan David Valencia, mientras que en Cali sólo falló Andrés Pérez el primer cobro. El gol del título fue una espectacular ejecución de John Viáfara, quien con calidad y frialdad le dio el primer título al Cali en la era de Leonel Álvarez.

Por El Espectador

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