El acuerdo que logró la División Mayor del Fútbol Colombiano, Dimayor, la semana pasada cuando firmó con un nuevo canal deportivo (Directv - canal RCN) un negocio de US$25 millones por derechos de transmisión de TV, fue como un bálsamo caído del cielo para los dirigentes de los equipos del fútbol profesional colombiano (FPC).
Atrás quedaron las caras largas y los rostros malhumorados que había porque Telmex, Telefónica y Une se negaron a pagar los $2.336 mensuales por suscriptor y descuadraron las cuentas que se tenían proyectadas por concepto de venta de derechos de televisión.
“Pero con este nuevo acuerdo ahora esperamos recibir sólo en el primer año una suma cercana a los 35 millones de dólares”, aclaró el presidente de la Dimayor, Ramón Jesurún, quien explicó a El Espectador cómo serán repartidos dichos recursos.
Por conceptos de TV cerrada (cableoperadores) la Dimayor recibirá una suma superior a los 44 mil millones de pesos, monto del cual el 90% se distribuye en partes iguales para los equipos clase A y el 10% restante entre los equipos clase B, también equitativamente.
“La condición para que un equipo sea considerado de clase A es que haya estado en la primera división del fútbol profesional colombiano tres años consecutivos como mínimo”, acota Jesurún, quien agrega que dada esa condición, entonces ese mencionado 90% se reparte entre 21 equipos, es decir, Unión Magdalena, Deportivo Pereira, América de Cali y Tuluá, más los que actualmente juegan la Liga Postobón, a excepción de Itagüí Ditaires y Patriotas de Boyacá, porque estos últimos están recientemente ascendidos.
Entre tanto, la Tv pública (canal RCN) pagó, para poder transmitir el FPC, una suma cercana a los $16 mil millones anuales, cifra de la cual el 50% se reparte en partes iguales entre todos los equipos de la primera división. Los 8 mil millones de pesos restantes se distribuyen entre los clubes a los cuales se les transmite algún partido. Por cada juego se destinan $50 millones ($40 millones al local y $10 millones al visitante).
Otro ingreso que recibe la Dimayor por concepto de Tv lo aporta la transmisión de la señal internacional, la cual paga por año cuatro mil millones de pesos, monto que a su vez se reparte en partes iguales entre todos los equipos de primera división.
“Como ven, estamos hablando de una inyección económica importante para los equipos del fútbol colombiano, que si bien no cubre en un 100% los gastos de los clubes, sí representa un herramienta importante desde el punto de vista presupuestal, que les va a servir siempre y cuando tengan un manejo adecuado, austero y responsable”, añadió el máximo dirigente.
En cada uno de los casos Dimayor utiliza un 15% en gastos administrativos, pero dicho porcentaje tiende a bajar, pues según Jesurún, esa era la cifra utilizada cuando los ingresos por televisión ni siquiera superaban los cinco millones de dólares anuales. “La aspiración nuestra es sólo tomar los dineros necesarios para financiar la parte logística y la administración de la entidad. Dinero que no necesite Dimayor será repartido entre los equipos”.
Una única condición
La Dimayor gira cada mes los recursos antes mencionados a los 36 equipos profesionales, pero exige un requisito: el club debe estar al día, por lo menos, en la seguridad social para recibir el porcentaje estipulado.
En caso contrario, el ente que rige el fútbol colombiano paga esas obligaciones, descuenta al equipo moroso el monto que le correspondía y consigna en la cuenta de ese club el saldo que quede.
¿Y el fútbol para todos qué?
Dimayor ‘cuadró caja’. El negocio con el canal deportivo que saldrá al aire en el segundo semestre del año dejó tranquilos a los dirigentes, pero quienes siguen sin tener FPC en sus televisores son los usuarios de Telmex, Une y Telefónica. Es decir, más de tres millones de colombianos.
US$70 millones por cinco años sigue siendo la propuesta de esas empresas sobre la mesa, pero el monto no es ni la mitad del precio que fijó Dimayor.
“A nosotros nos encantaría y a lo que apuntamos es a que todos los televisores del país tengan el FPC, pero si hay empresas que no les prestan ese servicio a sus suscriptores, es decisión de ellas. Cambiamos el esquema de negocio para que todos en Colombia puedan ver el fútbol colombiano. Acabamos con la exclusividad que existía y cualquier empresa que quiera llevar el balompié nacional a sus abonados puede hacerlo”, concluyó Jesurún, no sin antes enfatizar en las mejoras de la nueva producción que hace el fútbol colombiano.