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La llegada de Rubén Israel al banco de Millonarios confirma la tendencia de los estrategas extranjeros en Colombia. Precisamente el club ‘Albiazul’ trajo al venezolano Ríchard Páez en 2010 con el que ganó su primer título oficial tras varios años de sequía: la Copa Colombia 2011.
En el ‘Embajador’ también asumió Juan Carlos Osorio, un colombiano desconocido por aquellos tiempos para el ámbito nacional. Había sido asistente técnico en el Manchester City y tras no conseguir logros con el azul, triunfó en Once Caldas y ya es un emblema en la historia de Atlético Nacional. Juan Manuel Lillo se suma a la lista de los foráneos en Millonarios. El español, acompañado de su compatriota José Portolés como director deportivo, dirigió durante el 2014 en el fútbol colombiano, implementando nuevas ideas que, por momentos, funcionaron; tal vez le faltó mayor respaldo y continuidad.
La simpatía de las escuadras grandes por los técnicos foráneos ha sido evidente. América intentó zafar del descenso en 2011 con el colombo español Wilson Piedrahita. El Cali no tuvo éxito con el uruguayo Daniel Carreño ni con el argentino Omar Labruna.
Once Caldas, campeón de América con el colombiano Luis Fernando Montoya, se unió a la mencionada preferencia y fichó al argentino Ángel Guillermo Hoyos previo a contratar a su actual timonel, Javier Torrente.
El último y, quizás único exitoso de esta reciente tendencia, ha sido Gustavo Costas, quien en un semestre conquistó la octava estrella para Santa Fe. El técnico que se ganó la hinchada ‘Cardenal’ fue sustituido por otro de afuera, el uruguayo Gerardo Pelusso que hasta ahora cuenta con un buen balance en el banquillo ‘Albirojo’.
Nacional, tiempo antes de su inolvidable ciclo con Osorio (ahora en Sao Paulo), contó con el hispano argentino Ramón Cabrero.
Otros caso para mencionar es del Real Cartagena que con el portugués José Domínguez no entró ni en el grupo de los 8 en la ‘B’; el de Cúcuta que con los uruguayos Guillermo Sanguineti y Julio César González descendió perdiendo la promoción con Fortaleza; el argentino Hernan Lissi actualmente intenta devolver al Pereira a la primera división.
La Selección Colombia no se ve exenta de la dirección técnica extranjera y sus frutos han sido resaltantes. A pesar de la eliminación en la última Copa América, José Néstor Pékerman le devolvió al país la alegría mundialista tras 16 años de lágrimas. Desde octubre empieza su lucha por repetir y, por qué no, acrecentar la gesta en Rusia 2018.
La tendencia foránea es una realidad y el uruguayo Rubén Israel en Millonarios será otro punto de observación para reconocer sus pros y contras.