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Espero que sea el inicio de una bonita relación: Fernando Uribe

Tras anotar cuatro tantos en la pasada jornada, el pereirano quiere seguir el camino este sábado, contra Patriotas.

Olga Lucía Barona Torres
04 de octubre de 2014 - 06:34 p. m.
Fernando Uribe, el pasado sábado, cuando le anotó cuatro tantos a Fortaleza. / Cristian Garavito
Fernando Uribe, el pasado sábado, cuando le anotó cuatro tantos a Fortaleza. / Cristian Garavito

El encuentro del delantero Fernando Uribe con la hinchada de Millonarios no fue precisamente un amor a primera vista. Llegar de Nacional, su archirrival, fue el primer obstáculo. Pero además, el pereirano, de 26 años, tenía el desafío de reemplazar nada más ni nada menos que al goleador Dayro Moreno. A ello se sumó una lesión al comienzo de la temporada y luego una profunda crisis deportiva —que terminó con cambio de técnico— y financiera.

Pero Uribe nunca bajó las brazos. Sabía en el fondo de su corazón que en algún momento iba a llegar el flechazo con la afición bogotana. Pues bien, el pereirano luchó y luchó hasta que el pasado sábado lanzó toda la artillería para la conquista al marcar los cuatro tantos con los que Millonarios derrotó a Fortaleza en la fecha 12 de la Liga Postobón, tras diez jornadas sin lograr una victoria.

Pero Uribe dice que este fue apenas el comienzo de un nuevo camino y que por eso esta noche (7:45, Win), frente a Patriotas, él y sus compañeros deben seguir remando para lograr la ansiada clasificación a los cuadrangulares.

¿Qué representó marcar cuatro goles?
Lo primero: que era importante volver a ganar para estar vivos y peleando la clasificación a los cuadrangulares. Obviamente, marcar cuatro goles no se da todos los días, se siente una emoción muy grande.

¿En algún momento había soñado con marcar ese póquer?
Uno siempre quiere hacer muchos goles. Ya había tenido la oportunidad de hacer cuatro tripletas (en el Once y en el Pereira), pero sí me soñaba con poder superar esa marca y hacer cuatro. Cuando hice el último sentí mucha emoción.

Además de su satisfacción personal, sin duda llegó en el momento en que Millonarios necesitaba sacudirse...
Sabíamos que las oportunidades ya se nos estaban acabando, pero el equipo cogió vida y creo que va a servir muchísimo para lo que resta de campeonato. Para nosotros comienza un nuevo torneo, y vamos a tratar de aprovecharlo al máximo y ojalá pelear hasta el final por la clasificación.

Su llegada no ha sido fácil: se lesionó, el equipo no arrancó y luego se dio el cambio de técnico. ¿Cómo ha sido esa transición?
Es indudable que la situación que estamos afrontando es complicada, pero somos conscientes de que debemos seguir trabajando con el mismo profesionalismo, entregando todo en el terreno, y las cosas en algún momento tienen que cambiar.

¿Cómo influyó en el grupo el cambio de técnico en las primeras fechas?
Ese cambio afecta, porque veníamos trabajando de una manera y se hace difícil cambiar todo a mitad de torneo, pero había que asumirlo de la mejor manera, tratar de seguir por el mismo camino, intentando conseguir victorias y aprovechando este nuevo cuerpo técnico.

¿Se siente a gusto con Ricardo Lunari, fue drástico el cambio de entrenador?
Es diferente, no sé si duro o no, pero obviamente es diferente. Todos los cambios traen cosas positivas y negativas, así que, para nosotros, hay que asumirlo en este momento que empezamos a ganar.

¿Qué le diría a la hinchada?
Nosotros contamos con todo el apoyo de ellos, con la buena energía principalmente. En el estadio siempre empujan al equipo a que también dé el máximo. Nosotros sentimos ese respaldo y se lo agradecemos. Confíen en nosotros.

Conquistar la afición albiazul no es nada fácil. ¿Cree que con los cuatro goles que le marcó a Fortaleza empezó ese camino?
Espero que sea el inicio de una bonita relación. Al comienzo había mucha resistencia por mi llegada de Nacional, pero yo creo que con trabajo, sacrificio y con la entrega en todo momento va a ser posible que la gente lo empiece a querer a uno.

En 2003 debutó como profesional con el Huila. ¿Qué recuerdos tiene?
Para mí fue especial. Lo hice a los 15 años y en mi tercer partido como profesional tuve la fortuna de marcar. Así que es un momento inolvidable. Bernardo Redín fue quien me dio la oportunidad de debutar.

Luego se fue para el Girardot F.C. y Cortuluá.
Estuve poco tiempo en ambos equipos. Jugué solo algunos partidos.

Y salta para el Pereira, de su ciudad natal.
Fue muy bonito. Se me dio la opción otra vez de estar en un equipo en la A. Llegué con Pedro Sarmiento, quien me dio la oportunidad de ingresar unos minutos y tomar confianza con el equipo, y después llegó Quintabani, que es el que me dio la continuidad que necesitaba para despegar definitivamente en mi carrera.

¿Qué significó jugar con Once Caldas?
El paso por el Once fue lo más grandioso, porque representó seguir teniendo continuidad en un equipo grande, que disputaba torneos internacionales, donde me dieron la posibilidad de demostrar mucho más, como delantero, como goleador, así que estoy agradecido. Fue mi primera experiencia en Copa Libertadores, tuve la oportunidad de marcar 25 goles en el año y fue algo maravilloso para mí y lo que me impulso para ir a Europa.

¿Cómo fue esa experiencia europea en el Chievo Verona?
Inolvidable. En el año y medio que estuve allá viví muchas cosas bonitas, tuve la posibilidad de jugar contra los mejores equipos, de marcarle a la Juventus, pero después no tuve la continuidad a la que venía acostumbrado, y eso me costó y fue de las cosas que me llevaron a tomar la decisión de regresar, porque quería jugar, quería ser protagonista. Y gracias a Dios se dio mi paso a Nacional.

¿Qué le dejó Nacional?
Todo fue maravilloso. Fueron seis títulos. Me pasaron cosas positivas en mi carrera. Es algo inolvidable, que me sirvió de experiencia para mi parte profesional y personal. Agradezco a toda la gente que me rodeó en ese momento y a la ciudad. Fue un paso sensacional, pero como todo en la vida, terminó. Creo que ya había cumplido mi ciclo. Llegó la opción de Millonarios y nunca lo dudé, porque es un equipo grande del país, que pelea por cosas grandes.

¿Cómo se ha sentido en Bogotá?
Contento. Me he acomodado muy bien en la ciudad, hasta el momento muy tranquilo. El colegio de mi hija, la ubicación, donde entreno, infinidad de cosas que me hacen sentir bien para estar muy tranquilo acá.

¿Ya encontró un sitio bueno para comer bandeja paisa?
Afortunadamente estoy acá en Bogotá con mis hijas, Ana Sofía y Juana Valentina, y mi esposa, Jennifer. Ellas me ayudan y consienten mucho. Mi señora cocina a las mil maravillas. 

olbarona@elespectador.com

Por Olga Lucía Barona Torres

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