Si bien culpar únicamente al técnico por la mala campaña de un equipo es desmedido y muchas veces injusto, lo cierto es que hoy la continuidad del entrenador del Deportivo Cali, Fernando Pecoso Castro, pende de un hilo. No sólo por los malos resultados en la Liga Águila y la Copa Libertadores, sino también por problemas de indisciplina.
En lo deportivo, la gota que rebosó la copa fue la caída del domingo en Cali frente a Independiente Santa Fe, 3-4, luego de ir ganando 2-0. Y sólo unos días antes había sido goleado 4-2 por Racing de Argentina en la Copa Libertadores, en la que marcha último del grupo 3, con tan sólo dos puntos de 12 posibles.
Pero además de este bajón futbolístico, que desde luego también es mental de parte de sus jugadores, el Pecoso protagonizó hace algunos días una pelea que lo podría sacar definitivamente de su cargo. Tras la derrota del Deportivo Cali ante el Chicó, en Tunja, el técnico caldense, de 67 años, se habría ido a los golpes con el presidente del club boyacense, Ricardo Hoyos.
Este martes, el Pecoso tendrá que comparecer ante el Comité Disciplinario de la Dimayor y, dependiendo del tipo de sanción que le impongan este miércoles, el técnico del Cali podría ser apartado del equipo.
Castro, por lo pronto, espera que avancen los acontecimientos y asegura que no renunciará, que tiene su conciencia tranquila y que esperará a conocer la decisión que tome la junta directiva del equipo vallecaucano, encabezada por el presidente Álvaro Martínez, quien no ha querido pronunciarse sobre la situación de su entrenador hasta que salga la sanción de la Dimayor.
La afición, indignada por los malos resultados, también espera que el club tome medidas sobre el bajón de algunos de sus futbolistas.