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"Hay que ratificar la clasificación"

Mario Alberto Yepes está cerca de cumplir su gran sueño. Para él, la cuarta eliminatoria será la vencida, porque no logró el objetivo rumbo a Corea-Japón, Alemania y Sudáfrica.

Luis Guillermo Montenegro - lmontenegro@elespectador.com
08 de septiembre de 2013 - 03:37 a. m.
“Todo bien, todo bien”, parece decir Mario Alberto Yepes, el gran líder del plantel colombiano.  / AFP
“Todo bien, todo bien”, parece decir Mario Alberto Yepes, el gran líder del plantel colombiano. / AFP

Mario Alberto Yepes aún no celebra el regreso a un mundial. Lo que se le había convertido en una obsesión, tras no ir a los últimos tres, está cerca, pero según él faltan las puntadas finales.

El defensa vallecaucano es uno de esos jugadores a los que la búsqueda del mundial se le estaba convirtiendo en toda una pesadilla. El hoy capitán de la selección de Colombia tuvo que llorar las tres eliminatorias seguidas en las que el cuadro nacional se quedó sin el cupo a la máxima cita del fútbol. Los caminos rumbo a Corea y Japón-2002, Alemania-2006 y Sudáfrica-2010 siempre condujeron a un destino incierto, pero este hacia Brasil-2014 parece tener un final feliz.

Cuando parecía que su nombre quedaría grabado en la llamada ‘generación perdida’, que nunca fue a un mundial, logró ese privilegio, como premio a su profesionalismo, entrega, honradez, responsabilidad y, sobre todo, a la paciencia, pues a sus 37 años seguramente lucirá la camiseta número 3 en territorio brasileño.

Este sueño no es de ahora. Desde muy pequeño, cuando dio sus primeras patadas a un balón en la fábrica de talentos del Valle, la Escuela Carlos Sarmiento Lora, Mabeto quiso verse jugando un mundial como los mejores centrales de la historia del fútbol: Beckenbauer, Passarella, Baresi, Koeman o Maldini.

A pesar de las frustraciones, con la camiseta de Colombia ha podido disfrutar y celebrar, como en aquel 2001, cuando en el estadio El Campín dio la vuelta olímpica de la Copa América.

Ahora es uno de los hombres de confianza de José Pékerman. Por eso sigue el discurso del entrenador y declara que “aunque se está más cerca que nunca, aún no tenemos el tiquete a Brasil”. Lo cierto es que la clasificación sería una justa recompensa para alguien que ha luchado por ese honor desde hace muchos años.

¿Sufrió mucho al no poder jugar frente a Ecuador?

Sí, quise por momentos meterme, porque era un partido muy complicado. Sufrimos, luchamos y cada vez que había balones difíciles quería estar ahí. Afortunadamente mis compañeros hicieron un gran juego.

¿Ese duelo fue más luchado de lo esperado?

Todos los partidos de la eliminatoria son muy complicados, porque es la más difícil del mundo, pero creo que la clave de todo ha sido que Colombia se ha hecho fuerte en condición de local. Ha hecho del Metropolitano un fortín y esta racha de victorias es ejemplo de ello. Es más, ni siquiera nos han hecho gol en cinco juegos seguidos.

¿Cómo vio el trabajo de Carlos Valdés y Amaranto Perea?

Amaranto y Carlos cumplieron a cabalidad con sus tareas. Como siempre, los que han entrado han respondido y por eso es que uno está tranquilo, por la calidad de jugadores que hoy integran a la selección en todas sus líneas.

Celebraron como clasificados, ¿pero por qué no se sienten en Brasil?

Estamos contentos con lo que se ha hecho, pero no podemos cantar victoria todavía . El balance lo haremos al final de la eliminatoria y luego de ese último partido sí podremos gritar con fuerza que estamos clasificados. Estamos muy felices con la victoria frente a Ecuador, nos sentimos muy cerca del objetivo y seguiremos luchando como lo hemos hecho en las últimas fechas. Hay que ratificar la clasificación.

Pero dieron incluso la vuelta olímpica…

Siempre disfrutamos así, cada partido que nos acerque al objetivo lo celebramos de esa manera.

¿Es fácil ser el capitán de este plantel?

La verdad es que sí, este es un grupo muy maduro, lo ha demostrado a lo largo de la eliminatoria y el buen fútbol es el reflejo de lo que es esta familia.

¿Lo que busca desde 2002 ahora es una realidad?

Eso me tiene muy feliz, pero por ahora debemos ratificar en Montevideo este buen momento para sumar y cada vez sentirnos más cerca del objetivo.

¿Cuál es la clave del éxito de esta selección?

Que siempre hemos sido fuertes anímicamente. Hay un grupo unido y eso hace que en momentos complicados saque la casta. Hay una gran amistad y una fuerza espiritual que nos convierte en lo que somos, un equipo sólido.

¿Cómo imagina el partido frente a Uruguay, el martes?

Será muy difícil, porque el Centenario de Montevideo siempre es un estadio muy complicado, pero tenemos fe en nuestro trabajo. Debemos pensar en recuperarnos bien físicamente y ver cómo está el grupo para afrontar ese juego. Vamos con muchos deseos de conseguir el objetivo, que es sumar algún punto, con calma, sabiendo que todavía quedan tres fechas para el final.

Por Luis Guillermo Montenegro - lmontenegro@elespectador.com

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