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La herida abierta del capitán

El nuevo entrenador del Real Madrid eligió a Diego López y devolvió a la suplencia al campeón de 32 años, que ya había ocupado con José Mourinho la temporada pasada.

Diego Torres / El País
21 de agosto de 2013 - 02:36 a. m.
Es evidente la tristeza de Casillas, en el banquillo del Real Madrid, en el inicio de la temporada de la liga española.  EFE
Es evidente la tristeza de Casillas, en el banquillo del Real Madrid, en el inicio de la temporada de la liga española. EFE
Foto: EFE - Emilio Naranjo

Las cicatrices de la temporada pasada se abrieron en la primera jornada de la nueva campaña del Real Madrid. Bastó que el técnico, Carlo Ancelotti, decidiera mandar al banquillo a Íker Casillas, el capitán, para poner en su lugar a Diego López. La medida revivió el recuerdo del enfrentamiento soterrado que libraron hace unos meses el arquero y el último mánager, José Mourinho.

El público del estadio Bernabéu se disponía a asistir al comienzo de una nueva era, más pacífica, cuando antes del partido comenzó a circular la noticia. Diego López salió a calentar con los titulares ayudado por Tomás Mejías, el tercer meta, que había sido descartado de la convocatoria.

Mejías vio el partido desde la grada. Casillas se fue al banquillo después de saltar al campo sin participar en el calentamiento. “Tomé esta decisión para este partido”, dijo Ancelotti, sobre la alineación del portero. “Pequeños detalles me inclinaron por Diego. Veremos qué pasa en el siguiente partido. Hablé con Íker, él es muy profesional, tiene ganas de jugar; eso es normal y bueno”.

A sus 32 años, Casillas es el último gran emblema de la cantera en la plantilla, una especie en extinción, a juzgar por el modo en que han funcionado los vasos comunicantes que unen las categorías inferiores con el primer equipo del Real Madrid.

Desde que Mourinho resolvió en vísperas de las últimas Navidades, insinuar que Casillas era una de las “ovejas negras” y que conspiraban contra su autoridad, el portero no dejó de estar en el ojo del huracán. Una lesión en la mano izquierda le hizo perder la titularidad a favor de Diego López. Cuando regresó se encontró con un mundo nuevo. Fue objeto de críticas de todo tipo, desde todos los ámbitos. Parte de la hinchada lo señaló como traidor. Le insultaron a la llegada al hotel y a la salida del estadio. Cuando todo a su alrededor era ruido, comenzando por Mourinho, que empleó su retórica para lapidarle, su silencio no le ayudó.

A ojos de muchos, la discreción le hizo culpable. Dicen en el vestuario del Real Madrid que el portero vivió meses de zozobra. A sus compañeros de selección también les llamó la atención su aire apocado. En el campo, advirtieron, había perdido aplomo. Como si haber permanecido tanto tiempo sometido a un juicio tan agresivo en su propia casa le hubiera restado autoconfianza.

La llegada de Ancelotti en junio alumbró una nueva época. Nada durante la pretemporada hizo pensar que el nuevo entrenador volviera a dejarle fuera del equipo titular. Muchos pensaron que el técnico italiano adoptaría la medida más cómoda de todas, desde el punto de vista político, y pondría a Casillas. Pero no fue así.

Después de conocer lo sucedido en el equipo español, según la prensa británica, el Arsenal sería el equipo interesado por el veterano arquero. Sportsmail asegura que ‘Los Gunners’ ya tienen preparada la ofensiva con 10 millones de euros por el arquero.

 

Por Diego Torres / El País

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