Un enganche divino dejó en el suelo a un defensor del Huila. El artista, Jonathan Copete. De zurda y con un solo movimiento despejó el panorama para habilitar a Juan Pablo Nieto y que éste se encargara de acomodar la pelota en la red sur del Plazas Alcid, con un sutil toque de borde interno, que nació en su talentosa diestra.
La pierna derecha de Nieto empezó a patear pelotas en Pereira (Risaralda), años después de nacer, un 25 de febrero de 1993. Y más específicamente en la escuela Olimpia. Aunque es poco recordado, jugó un año en las reservas del Racing Club de Avellaneda, uno de los grandes el fútbol argentino.
Su debut en primera se dio con la camiseta de Atlético Nacional en una gira de amistosos, cuando transcurría el 2011. Sin embargo, no vio los minutos suficientes y se fue cedido a Alianza Petrolera, con el que hizo historia.
Ascendió a la máxima categoría del fútbol profesional colombiano, tras consagrarse con el equipo aurinegro en el Torneo de finalización de la ‘B’ 2012 y luego de vencer al América de Cali en la puja por el cupo directo a la Liga.
Hizo parte de la selección Colombia Sub-23 que ganó el Campeonato Sudamericano 2013 de Argentina. Con el combinado tricolor se lesionó la tibia y el peroné y se frustró su paso al Udinese de Italia.
Ha regresado a Nacional y el balompié parece estar dándole una revancha para darse a conocer, desplegar su fútbol, quizá, sustituir a Sebastián Pérez si se marcha al exterior, y, por qué no, de una vez por todas encontrar regularidad; ese aspecto anhelado por todos los jugadores.
Su sendero hacia dicha meta inició, literalmente con pie derecho, el domingo. Su gol, fue el de la victoria verdolaga sobre el Atlético Huila, lo que les permitió a los dirigidos por Reinaldo Rueda asumir el liderato de la Liga Águila.
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