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Júnior brilló y se clasificó a los cuadrangulares

Con gol de Iván Vélez el conjunto barranquillero superó 1-0 a Atlético Nacional en la fecha 16 de la Liga.

El Espectador
28 de octubre de 2012 - 03:07 a. m.
El equipo 'tiburón' llegó a 29 puntos tras la victoria sobre Atlètico Nacional. / Archivo
El equipo 'tiburón' llegó a 29 puntos tras la victoria sobre Atlètico Nacional. / Archivo

La nueva camiseta del Júnior podrá ser acusada de fea e insípida por sus propios hinchas. Pero si de agüeros se trata, la nueva indumentaria del equipo barranquillero sirvió este sábado como el mejor amuleto: con gol de Iván Vélez el equipo de José ‘El Cheché’ Hernández superó 1-0 a Atlético Nacional y se clasificó anticipadamente a los cuadrangulares semifinales.

Lo hizo con lucidez y con el empuje de un estadio lleno. Desde muy temprano en Barranquilla se escucharon trompetas y vuvuzelas en las calles, como si en la tarde la selección jugara en el ‘Coloso de la Ciudadela’. Pero esta vez por las avenidas se vendía el nuevo modelo de la camiseta del Júnior, con líneas blancas y rojas más delgadas que fueron criticadas por la hinchada pero que igual fue comprada para el duelo contra Nacional. Diez horas antes del juego el 80% de las entradas ya estaban agotadas. Al final, quienes asistieron salieron todos satisfechos en materia de espectáculo.

Júnior dominó el juego en el primer tiempo, gracias a la sociedad entre Giovanni y Vladimir Hernández y Dayro Moreno, esa pequeña comunidad ofensiva que no hizo extrañar al suspendido Teófilo Gutiérrez. El equipo local se imponía por dominio y por un remate de Vladimir Hernández (8’) que evitó el portero Cristian Bonilla.

Pero cuando el fútbol de Atlético Nacional no se veía, cuando a esa altura parecía pasar de puntitas y en silencio, Macnelly Torres envió un balón al vació a Diego Álvarez, de aquellos pases que filtra en la selección de Pékerman que deja a sus compañeros en zona de disparo. Pero antes de que Álvarez acomodara el balón para su perfil izquierdo fue atropellado por Diego Amaya y el árbitro Ímer Machado sentenció penalti (22’). El encargado de ejecutar: el hijo consentido del Metropolitano, el volante que se crio en el barrio aledaño a ese estadio (La Ciudadela) y el que hace 15 días salió vitoreado por la victoria 2-0 de la selección sobre la de Paraguay.

Pero el sentimiento en las tribunas no cambió hacia Macnelly tras su cobro: el portero Sebastián Viera se lanzó hacia el poste derecho y desvió su tiro, el segundo porque el primero que había sido gol lo anuló Machado por invasión en el área.

A pesar de que el Júnior tampoco gozó de mucha suerte en el primer tiempo fue el que más peligro ocasionó. La figura fue Dayro Moreno, que esta vez jugó de perfil cambiado por la banda izquierda. Fue el intérprete perfecto de los pases entre líneas de Giovanni Hernández y el más osado: al minuto 18 y 19 enganchó hacia adentro y remató la primera vez a la tribuna norte del Metro y el segundo al palo derecho de Cristian Bonilla. Y faltando cinco minutos para que terminara el primer tiempo, tuvo un mano a mano tras una habilitación de Luis Narváez desde el piso, pero atajó Bonilla. El portero sub-20, una de las figuras, un minuto después realizó una volada espectacular para impedir un cabezazo de Vladimir Hernández que se hubiese colado en el ángulo izquierdo.

Además, Bonilla contó con una dosis alta de suerte, pues en el inicio del segundo tiempo Giovanni Hernández estrelló otro balón en el palo, tras un disparo de tiro libre por sector izquierdo. Pero los hinchas no tuvieron ni tiempo de lamentarse, porque no fueron necesarios muchos pestañeos para que vieran la anotación (52’): Iván Vélez, usado por ‘Cheché’ Hernández como lateral izquierdo improvisado, enganchó hacia adentro y definió de casi 25 metros por encima de Bonilla.

El gol de la clasificación, el estruendo de la atestada tribuna de sur, la celebración sufrida de Iván Vélez que desde que llegó a Júnior a principio de año siempre ha sido alternativa. “En mi gol, me dieron espacios y pude patear. Tenía el perfil cambiado y es más fácil así pegarle al balón. El último que marqué fue cuando jugaba en Once Caldas (2011), en esa ocasión mi gol también clasificó al equipo a cuadrangulares. Ahora queremos clasificar a la final, es lo que todos queremos”, explicó Vélez.

En definitiva, la noche perfecta: 29 puntos merecidos y la candidatura seria a un nuevo título de Júnior. El resto del partido fue casi un trámite y el festejo final con los hinchas, emotivo. No es para menos.

Por El Espectador

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