:format(jpeg)/www.elespectador.comhttp://thumbor-prod-us-east-1.photo.aws.arc.pub/daK5fARfKXJufMB5xyqR2OkS5j8=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/NWRIAHMOZZGX7CVZT34FYZP7UI.jpg)
Una vez nombraron a Giovanni Hernández como técnico del Júnior de Barranquilla, en julio de este año en reemplazo de Alexis, Mendoza, no tardaron en llover las críticas. Los primeros en hacerlo fueron dos históricos del fútbol profesional colombiano y del cuadro tiburón: Carlos Valderrama e Iván René Valenciano.
Los dos argumentaron la falta de experiencia de Hernández, a quien su labor al frente de los equipos anteriores, Uniautónoma y Real Cartagena, no le daba el aval necesario para tomar las riendas del equipo barranquillero.
Lo cierto es que hoy, tres meses después de su debut, el Júnior está eliminado de las finales de la Liga Águila II 2016, al ubicarse en el puesto 18 de la tabla de posiciones, con un total de 15 puntos. De los 15 partidos disputados, apenas ha ganado tres, empatado seis y perdidos otros seis.
“Saco la cara por los jugadores, ellos están dando lo máximo y siempre salen a darlo todo en los partidos. Soy el culpable de lo que está pasando en el equipo. Esto es de resultados y estamos mal en la Liga”, ha repetido una y otra vez el técnico vallecaucano Hernández, de 40 años de edad.
Sin embargo, hoy para el Júnior no todo está perdido. El equipo tiburón se aferra aún a sus opciones en la Copa Águila, cuya fase final la disputará ante Atlético Nacional.
Y este miércoes en la tarde (6:45, por Fox Sports) en territorio brasileño se jugará su opción de avanzar a la ronda semifinal de la Copa Sudamericana frente al Chapecoense, equipo al que ya venció 1-0 hace ocho días en el estadio Metropolitano de Barranquilla.
Así que Giovanni Hernández espera el milagrito y la recuperación del nivel de sus jugadores y salvar así un camino que ha estado lleno de espinas.