:format(jpeg)/www.elespectador.comhttp://thumbor-prod-us-east-1.photo.aws.arc.pub/ejg3FT9tdL-_stIFi8HkXZU02D4=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/HMMYOLHM7BCFHBIWPRXGLP3GCA.jpg)
El arco sur de El Campín, ese mismo en el que hace año y medio Millonarios rompió una racha de 24 años sin títulos, al superar en la definición por penaltis al Medellín, fue testigo ayer de una dolorosa derrota de los azules.
Como en aquella final de diciembre de 2012, los embajadores no fueron capaces de romper la igualdad, esta vez ante Júnior, que le dio de su propia medicina al equipo de Juan Manuel Lillo; pues así como Millos se defendió en el Metropolitano el miércoles pasado, anoche lo hicieron los tiburones en Bogotá.
La verdad es que el equipo capitalino evidenció la falta de alternativas y un estilo previsible. Como ante casi todos sus rivales, manejó la pelota, la transportó de lado a lado, pero no logró sorprender para franquear la defensa rival.
Con su único delantero aislado (Dayro Moreno), el equipo azul no tuvo claridad para arrimarse a predios del arquero Sebastián Viera. Apenas la media distancia y los cobros de tiro de esquina, generaron algo de inquietud en predios visitantes, sobre todo en el primer tiempo, porque en la segunda parte Millonarios solamente tuvo una oportunidad de gol, un remate de Dayro que se estrelló en el travesaño.
El Júnior, que atacó durante los primeros 10 minutos de juego, trató de regularse y mantener en cero en su arco, como si supiera que en los penaltis se impondría.
Ya en la definición por cobros desde el punto de los 12 metros, los barranquilleros se supieron reponer de las fallas de Jossymar Gómez y Andrés Felipe Correa, gracias también a que por los locales fallaron Juan Esteban Ortiz, Rafael Robayo y Hárrison Otálvaro, tres de los héroes de consecución de la estrella 14.
Para Millonarios el balance del semestre fue positivo. Arrancó con dudas y tuvo su mejor momento a mitad del torneo. Lamentablemente llegó a las finales en baja forma. Positivo el aporte del técnico Lillo, quien sin ser un revolucionario, ha implementado algunas ideas innovadoras. Eso sí, para ser claros, no hay una gran diferencia entre este equipo y el que dirigía Hernán Torres, que también le apostaba a la posesión de la pelota, pero generaba pocas opciones de gol.
El técnico embajador tiene seis meses más de contrato, pero lo que sí hay que revisar es el rendimiento de los jugadores que trajo, Modeste M’Bami, Wesley Lopes y Fabián, demasiado costosos para el aporte que hicieron.
El próximo semestre, los azules jugarán la Copa Sudamericana y tendrán que reforzar el plantel si quieren llegar lejos. Deberán, además, reemplazar a su figura, Dayro Moreno, quien se va al fútbol del exterior.
“No acertamos en la definición”
Juan Manuel Lillo, el técnico de Millonarios, puso la cara tras la eliminación ante Júnior y no pudo ocultar su tristeza. “Ésta es una desgracia y en este semestre no ha sido la única para mí, porque he sufrido la muerte de mi padre”, aceptó el estratega, quien evitó analizar en profundidad el partido.
“No hay que darle más vueltas a esto. Los penaltis son una lotería. Allá en Barranquilla estuvo bien el empate, pero aquí debimos definir el partido en la primera parte. No acertamos en la definición. Ahora me preguntan por qué puso a un jugador y no a otro, cuando se pierde siempre el mejor es el que no está”, sentenció.
Explicó que “tengo contrato hasta diciembre y no tengo por norma incumplir. Vamos a evaluar tranquilos la campaña y a tomar decisiones con los directivos”.
David Pinillos, por su parte, dijo que “el partido salió como lo planeamos. El orden táctico y la disciplina de los muchachos nos llevaron a la final. En este grupo todos los jugadores han sido importantes y ha logrado aportar cuando se lo hemos pedido. Ahora vamos por la estrella, que es nuestro objetivo. No va a ser fácil, pero como acá, vamos a dar la pelea