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La mala hora de Lunari

El argentino ha cometido errores, pero sus jugadores también. ¿Cuál es el verdadero Millonarios: el que pone condiciones y gana en Bogotá o el que juega mal y pierde por fuera?

Redacción Deportiva
03 de marzo de 2015 - 03:41 a. m.
Ricardo Lunari ha recibido muchas críticas luego de la estrepitosa derrota de Millonarios en Cali. / Andrés Torres
Ricardo Lunari ha recibido muchas críticas luego de la estrepitosa derrota de Millonarios en Cali. / Andrés Torres
Foto: PAME ARISTI

A Ricardo Lunari hay que reconocerle que pone la cara. En las buenas y en las malas, el técnico de Millonarios ha salido a explicar el rendimiento de su equipo.

Lo hizo orgulloso cuando les ganó a Patriotas, Cúcuta y Cortuluá, en El Campín. Pero también tras las caídas ante Equidad (por Copa), Tolima y Cali.

En 2015 los embajadores han jugado seis partidos oficiales, con un saldo de tres triunfos y tres derrotas, 11 goles a favor y 10 en contra. Por Liga tiene aplazados dos juegos, ante Pasto en casa y contra Once Caldas, en Manizales.

Sin embargo, la estrepitosa goleada ante el Deportivo Cali, 5-1 en el estadio de Palmaseca, dejó muy preocupados a los hinchas, que asumieron como normal la caída en Ibagué, pero sobre todo a los miembros de la Junta Directiva del club, que notan inseguro y dubitativo al entrenador.

De hecho, algunos de ellos no estaban muy convencidos de traerlo en septiembre pasado, cuando reemplazó en el banquillo al español Juan Manuel Lillo. Prueba de eso es que decidieron contratarlo solamente por nueve meses, para así evitar grandes indemnizaciones en caso de que tuvieran que despedirlo. Y Lunari, cuyo amor por Millonarios está más que probado, aceptó.

Los malos resultados del segundo semestre de 2014 se justificaron con el hecho de que el argentino no había conformado la nómina y que la eliminación era consecuencia del mal arranque en el torneo.

Por eso el mismo Lunari, el 15 de enero, aseguró: “Se acabaron las excusas”, en la rueda de prensa en la que presentó a los seis refuerzos para la Liga Águila. Comenzó muy bien y alcanzó a ilusionar a la fanaticada embajadora, pero él y sus muchachos tuvieron siempre en claro que los rivales a los que les habían ganado no representaban una verdadera exigencia.

“Contra Tolima y Cali veremos para qué estamos realmente”, señaló Lunari, quien a pesar de que aceptó el bajo nivel de su equipo, fue cuidadoso al no señalar errores individuales para mantener la armonía en el plantel, que por ahora parece ser su gran virtud como estratega, porque en la cancha ha mostrado falencias a la hora de plantear los partidos y falta de reacción cuando tiene que hacer variantes sobre la marcha.

Después de la goleada en Palmaseca dijo que “el Cali fue muy superior, pero nosotros creamos muchas opciones y también pudimos marcar tres o cuatro goles. Ellos anotaron todas las veces que llegaron”. Mitad verdad, mitad mentira, Millonarios sí pudo hacer un par de goles, pero Cali generó por lo menos cinco o seis oportunidades más.

Todavía faltan 14 partidos de Liga, el próximo fin de semana contra Equidad, por lo que evidentemente hay tiempo para retomar la senda de la victoria, pero la directiva embajadora está dividida. Varios dirigentes están pensando en cesar a Lunari, aunque la mayoría considera que hay que darle continuidad por lo menos hasta mitad de año.

Y aunque el técnico ha fallado, no es el único responsable de las recientes derrotas de Millonarios, así lea mal los partidos y esté confundido. Los jugadores son igualmente culpables.

Román Torres, Oswaldo Henríquez y Andrés Cadavid han sufrido mucho al enfrentar a delanteros rápidos y habilidosos. En las bandas no hay verdaderas alternativas ni de marca ni de ataque. Los volantes de marca, Fabián Vargas y David Macallister Silva, no han sido el filtro que se necesita en la mitad, mientras que los creativos, Federico Insúa, Javier Reina, Máyer Candelo y Ómar Vásquez, han sido intermitentes.

Los delanteros, Jhonatan Agudelo y Fernando Uribe, no inquietan a las defensas rivales y su suplente, el argentino Maximiliano Núñez, es un volante extremo, no un goleador.

Pero eso es lo que tiene este Millonarios 2015. Lunari ha utilizado las armas con las que cuenta. En el banquillo no hay quien cambie la situación. Aunque es posible que el nivel del equipo mejore un poco, especialmente en El Campín y ante rivales de media tabla para abajo, será muy complicado que Millonarios llegue a pelear el título y más aún que Lunari se quede un semestre más.

“El grupo está unido y va a superar este mal momento. Está claro que hace 10 días no éramos los mejores del mundo y hoy tampoco somos los más malos. Ese es el fútbol, los resultados van marcando el estado anímico”, admitió el timonel azul.

No obstante, ya suena el nombre de Alberto Gamero para reemplazarlo, aunque con esa misma facilidad con la que proponen candidatos para el banquillo, los directivos deberían buscar verdaderos refuerzos de nivel y darles salida a los jugadores que ya han cumplido un ciclo en la institución y que definitivamente no rinden, como Henríquez, Cadavid, Luis Mosquera, Álex Díaz, Rafael Robayo, Candelo y esos juveniles a los que es mejor prestar para que se fogueen en otros equipos y no asuman con la camiseta azul responsabilidades para las que todavía no están preparados.

Por Redacción Deportiva

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