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"Me siento como en Barranquilla"

Carlos Bacca llegó esta temporada al Sevilla de la Liga española. En su primer partido oficial con el equipo andaluz marcó gol.

Luis Guillermo Montenegro
04 de agosto de 2013 - 02:00 a. m.
Carlos Bacca celebró su primer gol oficial con la camiseta del Sevilla en el partido del pasado jueves frente al Mladost Podgorica en la fase previa de la UEFA Europa League. / AFP
Carlos Bacca celebró su primer gol oficial con la camiseta del Sevilla en el partido del pasado jueves frente al Mladost Podgorica en la fase previa de la UEFA Europa League. / AFP

Carlos Bacca llevaba una carrera soñada y destacada en los equipos menores, pero a los 18 años pensó en retirarse del fútbol por falta de oportunidades. Le pagaban por jugar partidos los fines de semana en un equipo de la empresa de buses Expreso Colombia Caribe y poco a poco se fue cansando de eso, porque no veía opciones claras de vivir del deporte. Todo era oscuro en su vida, vivía como un ciudadano común y corriente del municipio de Puerto Colombia.

Lejos de poder cumplir su sueño de convertirse en jugador profesional, dedicaba su tiempo a trabajar como ayudante en los buses intermunicipales de la empresa para la que jugaba. Bacca era la persona encargada de cobrar los pasajes y darle la plata al conductor. Su jornada comenzaba a las 4 de la mañana y terminaba muy cerca de las 11 de la noche. “Él hacía su trabajo de una manera muy responsable, siempre les hemos inculcado a nuestros hijos la responsabilidad. No lo veía feliz, porque desde niño había estado pateando balones y al no estar haciéndolo se le notaba que algo le faltaba”, cuenta su madre Eloísa, quien desde su casa en Puerto Colombia y junto a su esposo Gilberto, le describe a El Espectador los duros momentos por los que pasó su hijo.

Luego de unos meses de realizar este trabajo, pasó a controlar los tiempos de los buses, un empleo mucho menos agotador. Un día, en uno de los partidos que jugaba los fines de semana, fue visto por David Pinillos, quien en ese entonces era director técnico del Barranquilla FC. Sin pensarlo, le dio la oportunidad de hacer parte de ese equipo costeño, en el cual Carlos no tuvo continuidad y tuvo que ir al fútbol de la B en Venezuela, en donde comenzó a triunfar, al marcar 13 goles y ascender a la primera división.

El Barranquilla FC pidió que volviera y lo hizo como los grandes. Fue goleador de la primera B con 15 tantos y se ganó el derecho a ser invitado por el cuerpo técnico del Júnior de Barranquilla, en cabeza de Julio Comesaña, a un entrenamiento. Sus quiebres de cintura y su talento inocultable lo llevaron a ser incluido en el equipo para el comienzo de ese semestre.

El día que Carlos debutó en el equipo profesional del Júnior, en un compromiso frente al Deportivo Pasto, fue el que más emocionó a sus padres. “Estábamos en la tribuna. Recuerdo que el partido iba empatado y en el segundo tiempo Julio Comesaña metió a nuestro hijo. La gente decía ‘¿Quién es ese Bacca?, ese no es la solución’. Anotó dos goles y todos quedaron callados”, anota su padre Gilberto, hoy conductor de yate en Cartagena. “Bacca comió Pasto”, titularon medios costeños luego de ese compromiso.

Desde ahí su vida futbolística comenzaría a ser como algún día, de niño, lo soñó. Bacca salía de Júnior hacia el Brujas de Bélgica como un verdadero ídolo. Logró dos títulos, con un aporte bastante significativo: cuatro botines de oro y 73 goles.

Al viejo continente se demoró en adaptarse, producto de la falta de oportunidades del técnico. En diez partidos anotó tres goles. Para su segunda temporada logró mayores opciones y ahí apareció el goleador de raza. Marco 25 goles en 35 partidos, fue galardonado en dos oportunidades como el mejor jugador de la Liga belga y fue ganador del Botín de Oro. “Su etapa en Bélgica lo maduró mucho, como persona y futbolísticamente evolucionó de una manera impresionante”, destaca su padre Gilberto.

En el mercado de verano fue pretendido por varios clubes del exterior. Sin embargo, el Sevilla de España fue el que pagó los cerca de siete millones de euros que pedía el club belga por su delantero estrella. El equipo andaluz estaba en busca de un reemplazo de su goleador Álvaro Negredo, quien fue transferido al Manchester City de Inglaterra, y las características de Bacca se podrían llegar a asemejar. El colombiano firmó por cinco temporadas y el club que quiera contar con sus servicios en un futuro deberá desembolsar mínimo 30 millones de euros.

En su debut oficial con la camiseta 9 del club español, en la Uefa Europa League, Bacca necesitó de 18 minutos para marcar su primer gol. El partido terminó 3-0 frente al Mladost Podgorica de Montenegro.

El jugador atlanticense de 28 años habló con El Espectador sobre lo que ha sido su adaptación al equipo sevillano y lo que espera lograr allá, en una liga en la que siempre soñó jugar.

¿Cómo se ha sentido luego de estos primeros días con el Sevilla?

Muy contento por llegar al Sevilla, era un sueño de niño el de jugar en un grande de España. Estoy conociendo el club, me he ganado la confianza del técnico desde un principio y deseo adaptarme más rápidamente de lo que espera todo el mundo. Quiero trabajar y demostrar todas mis capacidades.

¿Qué destaca de su técnico Unai Emery?

Es una gran persona, muy tranquilo y trabajador. Pude hablar varias veces con él antes de que se confirmara mi paso acá. Me decía que quería contar conmigo, que viniera. Fue muy bueno para mí saberlo y por eso desde que llegué he podido sentir su confianza.

¿Es complicado sentir la presión de reemplazar a Negredo?

Yo estoy tranquilo. Lo que ha hecho Negredo en este club no tiene reemplazo, siempre va a ser alguien histórico para la hinchada y un referente de muchos de sus jugadores. Yo simplemente vine a sumar y superar los registros de él no me preocupa. Trabajaré por dejar mi huella también.

¿Cómo se ha sentido en una ciudad como Sevilla?

Muy bien, he estado muy tranquilo y sé que de a poco iré conociendo la magia de esta ciudad. Espero adaptarme mucho, lo haré porque con el mar y este calor de verano me siento como en Barranquilla.

Apenas comienza la temporada, ¿cómo esta físicamente?

Muy bien, estoy contento por lo que se hizo, hemos trabajado fuerte, sabemos que tendremos triple competencia en la temporada y hay que estar preparados para eso.

¿Su paso al fútbol español le dará más oportunidades de ser titular con Colombia?

Yo simplemente daré lo mejor de mí para subir al máximo el nivel y poder ser un elemento más para Pékerman. Quiero ir y jugar el Mundial. Para eso tengo que trabajar fuerte y triunfar con el Sevilla.

¿Se pone algún tipo de metas en cuanto a goles?

No soy de ponerme metas por temporada. Simplemente pienso partido tras partido, con la idea de anotar goles en cada uno de ellos. Espero seguir adaptándome para lograr marcar muchos.

¿Qué le dijeron sus papás por el paso a España?

Están felices, ellos saben que ese era mi sueño desde niño. Sé del esfuerzo que ellos hicieron por mí y mis logros son también de ellos. Todo lo que hago es por mi familia.

lmontenegro@elespectador.com

@luisguimonte

Por Luis Guillermo Montenegro

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