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Al Millonarios que dirigía Ricardo Lunari hasta hace dos meses, se le criticaba que era un equipo descompensado, que atacaba bien, pero defendía mal. El de este domingo ante el Atlético Huila fue todo lo contrario. Se defendió con criterio, aunque casi no lo fue exigido, pero no generó peligro en el arco rival.
Sin fútbol ni ideas, el cuadro embajador desperdició una gran oportunidad de meterse entre los ocho primeros del campeonato y cedió buena parte de sus opciones de clasificar a los cuartos de final de la Liga Águila.
En lo futbolístico el equipo que dirige Rubén Israel no fue muy diferente al que venía remontando posiciones en el torneo porque sacaba buenos resultados aunque no jugaba bien.
La diferencia es que este domingo, en el inusual horario de las 2: p.m. y ante unas 15 mil personas, los azules no tuvieron ni siquiera actitud. En la cancha sus jugadores caminaron durante los 90 minutos y salieron chiflados por su afición.
En los primeras 45 minutos hubo muy pocas emociones. Millonarios no tuvo en Federico Insúa en su rol de creativo y el equipo se limitó a rematar de media distancia, mientras el Huila, bien parado en defensa, no se atrevió a atacar.
Para completar, el argentino Maximiliano Núñez, el único que generalmente desequilibra por los costados y trata de desequilibrar individualmente, se lesionó, al parecer sufrió la fractura del quinto metatarsiano.
La hinchada albiazul esperaba la reacción en el complemento, pero la actitud del equipo fue peor. Ni el ingreso de Sergio Romero, Lewis Ochoa y Máyer Candelo sirvió siquiera para ilusionarse con una victoria, porque el arquero Carlos Abella fue prácticamente un espectador más, sobre todo en los minutos finales, en los que el goleador Michael Rangel también se lesionó.
“Con el Millos de Lunari al menos había emociones, se sufría y se gozaba, pero es que acá no pasó nada de nada”, señaló un seguidor embajador a la salida de El Campín, quien agregó: “apague y vámonos, les hizo daño el calor de Bogotá y la semana entrante van a Barranca, imagínese, nos van a golear”.
La verdad es que los números todavía le cuadran a Millonarios, pero si no fue capaz de superar al Huila, que ha tenido un semestre bastante discreto, ¿por qué sí habría de hacerlo con Alianza como visitante, Jaguares y Envigado en casa, y sobre todo ante Nacional y Medellín en el Atanasio Girardot, antes del partido final contra Santa Fe?.
“Fue un partido cerrado, el Huila se metió atrás y no nos dejó espacios. Hay que seguir luchando, hemos venido mejorando y lo de hoy fue un simple accidente que no puede afectar la moral del plantel”, admitió el volante Rafael Robayo, en la zona mixta.
El técnico Israel, por su parte, dijo que “al final del torneo veremos si ganamos un punto o perdimos dos. Hemos tenido la mala fortuna de no concretar para abrir más al rival, que vino a defenderse con la complicidad del árbitro, que los dejó pegar y perder tiempo, pero no podemos perder la cabeza y seguir hacia adelante”.