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Millonarios se ajusta a mi mentalidad: Federico Insúa

El argentino llegó a Bogotá el domingo y hace la pretemporada. “Si era otro equipo, no hubiera aceptado. Vine a Colombia porque se trata de un club grande”, dice.

Daniel Avellaneda, Argentina
10 de enero de 2015 - 02:31 p. m.
Federico Insúa, ayer en el entrenamiento de Millonarios. /  Prensa Millonarios
Federico Insúa, ayer en el entrenamiento de Millonarios. / Prensa Millonarios

Son sus primeras horas en Bogotá, en un apartamento pequeño, provisional, hasta que los dirigentes consigan la morada de este número 10 argentino que buscará iluminar con su talento a Millonarios. Está disfónico porque los últimos días fueron intensos. “Llegué el domingo, empecé a entrenar, hice la revisión médica con el resto de los nuevos jugadores... Estoy feliz, contento por este nuevo desafío”, le dice Federico Insúa a El Espectador en una charla exclusiva, durante un descanso de esta pretemporada, en la que buscará ponerse a punto para la intensa actividad que le propone el fútbol colombiano. Y la obligación, claro. Porque el equipo embajador necesita recuperarse después de un año que tuvo como protagonistas a dos de sus máximos rivales, aquel que coronó a Santa Fe como campeón local y ubicó a Nacional en el cuadro final de la Copa Sudamericana.

Los últimos tiempos no fueron fáciles para El Pocho, apodo que lo acompaña desde sus primeros pasos en Argentinos Juniors. Por un problema contractual, los dirigentes de Independiente decidieron marginarlo del plantel. Así y todo, el enganche de 35 años recién cumplidos no eligió el camino de la depresión. Por el contrario, con profesionalismo y convicción trabajó en doble turno para no perder ritmo. “Entrenaba a la mañana en el club y a la tarde en un gimnasio con Ernesto Colman, un preparador físico que es un fenómeno. Trabajamos de tal manera que no sentí la falta de fútbol”, dice Insúa, quien tiene un currículum de primer nivel, con logros en Boca, Vélez e Independiente, además de experiencias en España (Málaga), México (América y Necaxa), Alemania (Borussia Moenchegladbach) y Turquía (Bursaspor).

¿Cómo surgió la posibilidad de jugar en Colombia?

Me llamaron por teléfono, me buscaron como prioridad, algo a lo que le doy valor, y el hecho de que hayan ido los dirigentes a verme a Buenos Aires, fue importante. Sobre todo, en este momento de mi carrera. Si era otro equipo, no aceptaba. Vengo a Colombia porque es Millonarios y se trata de un club grande. Tuve la suerte de jugar en el América de México, otro equipo gigante, y esta oportunidad me vino justo por el interés que mostraron. Se arregló todo rápido y acá estoy, listo para el desafío.

Hace varios días que está entrenándose en Millonarios, ¿qué fue lo que más le llamó la atención de su nuevo club?

Estoy acostumbrado a los clubes grandes. Se ajusta mucho a mi mentalidad: por historia, por la necesidad de ganar... Es lo que vengo haciendo en mi carrera. Millonarios no es un club más. Sigo una línea, me fue bien y lo mismo quiero para mi equipo. A eso apunto en esta etapa.

¿Qué fue lo primero que le remarcó Ricardo Lunari?

Lo primero que hizo fue hablarme de la posición en la cancha. Por mis características, soy un jugador de ataque y Ricardo me dijo que me quería en la posición que más me gusta. Después, él definirá la táctica, el sistema de juego, pero a mí me sedujo que quiere que vuelva a jugar en mi puesto, detrás de los puntas, en función ofensiva, en una posición donde jugué siempre. Y me gusta seguir avanzando en mi carrera. Que a mi edad te venga a buscar Millonarios, estando vigente en lo futbolístico, es algo muy importante para mí.

Recalca mucho el tema de la edad...

(Interrumpe) No, yo no lo hago. Si me vienen a buscar es porque estoy bien, en plenitud. Cuando un futbolista es grande y juega bien, todos dicen que es porque tiene experiencia. Y yo a los 20 años también jugaba bien. Por el profesionalismo, por la manera que tengo de entrenarme... Muchos jugadores dicen: “Quiero volver a ser el que fui en determinada época, a determinada edad”. Yo no soy así, hablo del presente y de mi vigencia.

Por los códigos que maneja, ¿es una ventaja para usted ser dirigido por un técnico compatriota?

Creo que para todos los muchachos es lo mismo. Acá, estamos todos por el mismo objetivo, no importa la nacionalidad. Me puso contento que Lunari me haya elegido, que haya tenido fe de que viniera hasta acá. Pero todos estamos en la mismas condiciones.

Por sus características y porque en Colombia se prioriza al enganche, ¿cree que esta liga es ideal para usted?

Santa Fe tiene a Ómar Pérez. Hace muchos años que juega acá y le va bien. En la última temporada estuvo Miguel Caneo en Cali. Tal vez, en Argentina, nosotros ya no estamos tan habituados a ese esquema. Hace años, en mi país era usual jugar 4-3-1-2. Ahora, los entrenadores eligen otros dibujos tácticos.

Ya pidió la camiseta número 10?

No pedí nada, recién llego y, la verdad, todavía no hablamos del tema. Por supuesto, es un número representativo en mi carrera. Pero yo vine a disfrutar, estoy contento, no sé qué número están usando mis compañeros... Obviamente, la 10 es una camiseta linda. Igual, tomo todo con tranquilidad, lo que me toca es jugar bien, no va a cambiar por el número que utilice en mi espalda.

¿Qué referencias tiene de la Liga colombiana?

Es un campeonato competitivo. Y en las copas continentales les está yendo bien. Cada vez que van a jugar a Argentina, los equipos colombianos se muestran como rivales difíciles. El jugador ha crecido mucho. Siempre fue dotado técnicamente, pero ahora está bien físicamente. Por algo se dan tantos pases a Europa.

En una escala del 1 al 10, ¿en qué nivel ubicaría el campeonato colombiano?

Jugué en cinco países y por experiencia tengo claro que ningún fútbol es fácil. Todos tienen su característica, su cultura, su manera de ser y los extranjeros deben adaptarse rápidamente. Y así como digo que cada campeonato tiene su nivel de dificultad, a todos lados donde fui lo disfruté. Sí puedo decir que tengo una buena base, porque la liga argentina es completa, superfuerte. Nunca jugué acá, pero sé que Colombia tiene un fútbol competitivo.

¿Que el último campeón haya sido Santa Fe obliga más a Millonarios?

Millonarios está obligado por historia. Y vamos por la 15. Hay que ganar los clásicos, a Santa Fe y a Nacional, que tiene 14 estrellas como nosotros. Primero tenemos que mostrar un buen nivel para llegar a estar entre los ocho clasificados. Después, jugarnos todo por el todo para ser campeones. Ese es el objetivo.

Con los refuerzos que llegaron, ¿la afición puede ilusionarse con el campeonato?

El desafío, la obligación, es estar entre los ocho primeros. Después, es un mano a mano. Y ahí se ve cuál es el equipo que mejor está en ese momento. Porque por ahí salís primero, jugás con el octavo y te quedás afuera. Entonces, hay que tener un nivel parejo para poder llegar a la instancia final de la mejor manera. El caso de Santa Fe es todo un ejemplo. Ellos no habían terminado primeros en la fase regular y al final se coronaron como los campeones.

¿Cuánto tiempo piensa seguir jugando?

Firmé contrato por un año con Millonarios. Después, mi idea es jugar dos o tres temporadas más al fútbol si me siento bien físicamente.

¿Y luego de su retiro?

Ya hice el curso de técnico con Mauro Camoranesi, entre otros. Pero todavía no decidí qué voy a hacer. Lo que tengo claro ahora es que voy a dejar todo por la camiseta de Millonarios. 

DAvellaneda@agea.com.ar

@davellaneda77

Por Daniel Avellaneda, Argentina

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