Santa Fe derrotó 1-0 a Once Caldas en El Campín

Los cardenales siguen soñando. El semestre que ha hecho Independiente Santa Fe parece fuera de lo normal. Los dirigidos por Wilson Gutiérrez han logrado mantener un rendimiento superlativo que los tiene en semifinales de Copa Libertadores, en octavos de final de la Copa Colombia y ahora en el liderato del cuadrangular A de la Liga colombiana. Anoche, en un partido en el que demostró jerarquía, venció 1-0 al Once Caldas y sigue dando pasos agigantados hacia una nueva final.

En cuadrangulares la clave para llegar lejos es conseguir efectividad en casa. Aquel equipo que sume los nueve puntos en condición de local y consiga algún resultado fuera de ella, logrará avanzar a la final. Hasta ahora, Santa Fe ha hecho el trabajo. Con el de anoche, ha jugado dos partidos de local y el rendimiento es del 100%. Seis puntos de seis posibles. Y además, de los tres partidos que le restan, solo uno será fuera de El Campín, precisamente el del próximo miércoles contra el Once Caldas en Manizales.

Los de Wilson Gutiérrez no tuvieron el mejor partido, sin embargo, lograron el objetivo y cuando eso sucede, poco se puede reprochar. En los primeros minutos la iniciativa fue para el Once Caldas, que apostó por la velocidad de sus jugadores por las bandas para agredir a los cardenales. Camilo Vargas tuvo que intervenir desde los 30 segundos de juego cuando César Arias remató al arco y debió con un manotazo enviar el balón al tiro de esquina.

Santa Fe fue demostró ser un equipo con oficio, que sabe dosificarse muy bien, teniendo en cuenta el apretado calendario que le resta. Sabe agredir cuando ve el momento oportuno y  mientras tanto no pierde alientos en jugadas irrelevantes. Los veteranos saben cuando esforzarse y así es como Ómar Pérez, Gerardo Bedoya, John Valencia y Carlos Valdés hacen movimientos cortos para no fundirse. A eso, se debe sumar el trabajo de los fogosos como Juan Daniel Roa, Daniel Torres, Francisco Meza y Wílder Medina, quienes logran cambiar la velocidad y darle ese toque de picardía al fútbol santafereño.

Anoche los rojos disputaron el juego a su ritmo, siempre controlando el partido y con la posesión del balón. Agredió cuando quiso, como  al minuto 30, cuando en una jugada dejó ver lo mejor de sus dos baluartes ofensivos, Ómar Pérez y Wílder Medina. Ellos se juntaron gracias a un pase largo y preciso del argentino para que Medina ganara en velocidad la espalda de la defensa alba y definiera con un derechazo cruzado al arquero José Fernando Cuadrado, llegando así a 12 goles en la liga y consolidándose como máximo anotador del semestre en Colombia.

Cuando los rojos marcaron, estaba más desesperada la tribuna que los jugadores. Los cerca de 30.000 espectadores que acudieron al estadio capitalino ya ejercían presión sobre los rojos por el ritmo lento y tranquilo, porque se perdía mucho tiempo en la mitad de la cancha y  se atacaba poco. Sin embargo, Santa Fe demostró ser un equipo diseñado para manejar este tipo de partidos, siendo eficaz y demostrando jerarquía.  En media hora no había tenido la oportunidad de hacer daño, pero poco a poco, con la tenencia de la pelota lo logró y de ahí el gol.

El segundo tiempo fue un poco más movido que el primero. El Once Caldas echó sus restos porque sabía que una derrota lo dejaba mal parado pensando en clasificar a la final, y por eso le quitó el balón a Santa Fe, incluso teniendo claras opciones de vencer a Camilo Vargas, quien cada vez que fue exigido, respondió.  Wilson Gutiérrez armó una doble línea de cuatro con el ingreso de Danilo Moreno Asprilla, quien jugó como carrilero por derecha, lo que sirvió para quitarle espacios al equipo visitante, que terminó cediendo otra derrota en Bogotá. En la primera fecha de estos cuadrangulares, había caído 4-2 frente a Millonarios en el mismo estadio.