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Los campeones de Suramérica están en Turquía ante una oportunidad de oro de llegar a su primera final de este torneo y conseguir allí el primer título mundial Sub-20 de su historia, por lo que no quieren fallar en esta etapa del camino ante un rival que ha mostrado hasta ahora una cierta irregularidad.
En la primera fase, el campeón asiático Sub-19 sufrió para remontar ante la débil Cuba (2-1), a la que sólo pudo marcar el segundo en la recta final (minuto 82); consiguió luego un meritorio empate ante la potente Portugal (2-2), y decepcionó finalmente, con mal juego, ante Nigeria (1-0) en el tercer encuentro. Esa última derrota lo hizo caer hasta el tercer puesto, lo que le deparó este cruce ante Colombia, la vencedora del Grupo C, que ha ido al revés, de menos a más, en el arranque del Mundial en el país otomano.
Del empate 1-1 ante la ahora eliminada Australia en el estreno a los triunfos posteriores contra la anfitriona Turquía (1-0) y El Salvador (3-0), el equipo colombiano ha ido creciendo en juego, autoridad y confianza, lo que lo hace llegar en plena forma a este choque de los octavos, aunque no se puede confiar.
“Ellos son un equipo rápido, que se maneja bien al ataque y que juega con mucha intensidad, con lo que tendremos que tener precaución. Apuestan mucho por la disciplina y el orden, muy estructurados y lineales”, avisó el seleccionador Carlos Alberto Restrepo, quien agregó que “como las novias feas , la selección se ha ido ganando el cariño de la gente en Colombia”.
Dijo, además, que “el fútbol es un juego, y puede pasar cualquier cosa. Esperemos que los muchachos mañana (hoy) tengan un gran día, y como es un juego hay que ser prudentes, pero me gusta que los muchachos están positivos y vamos paso a paso. Nos sentimos orgullosos de este grupo. No cambia su actitud, es un grupo obediente”.