Abel Aguilar: esta generación quiere más

Abel Aguilar se ha convertido en un jugador esencial para el medio campo colombiano. / AFP

La vida de Abel Aguilar se puede resumir en un álbum que su hermana Natalia guarda en Colombia. Al abrirlo no es necesario preguntar nada más sobre su biografía porque aparece en páginas de periódico, pero también en fotos posando en la torre Eiffel, en un teleférico en Oriente Medio y en otros paisajes paradisíacos. En todas las imágenes hay un factor común: viste una camiseta de fútbol. La de la selección de Bogotá, la del Deportivo Cali y en especial la de la selección de Colombia. Con ella puesta lo han retratado en postales inolvidables. Y de Brasil podrá pegar más imágenes en ese álbum para seguir alimentándolo: el beso en la tribuna con su novia como recompensa por el triunfo ante Grecia y el abrazo con Mario Alberto Yepes tras clasificar a cuartos de final. Aunque si la semifinal se convierte en realidad, en la familia Aguilar Tapias ya tendrán que pensar en pinturas y pincel.

Están en cuartos de final, James es el goleador del Mundial, Cuadrado uno de los máximos asistidores, Ospina uno de los menos vencidos. ¿Esperaban tanto?
La idea siempre ha sido ir avanzando, se han dado las cosas muy bien y cada uno es consciente de lo que puede llegar a dar a medida que se trabaja. Por eso acá, cada uno se esfuerza por el bien del equipo y eso es muy importante para el colectivo de la selección. Obvio, estamos muy contento por James Cuadrado y Ospina, porque nos aportan mucho y nos hacen sentir muy fuertes como equipo.

¿Lo ha sorprendido James, que con 22 años es el referente de esta Colombia?
Yo creo que está demostrando un compromiso y un amor por el país impresionantes. No sólo lo hace con sus goles y su manera de trabajar, sino también cuando tiene que hacer trabajos defensivos. Tanto él como los que juegan arriba han sido solidarios. Para nosotros es una bendición que ellos tengan esa dinámica y esa actitud, porque nos ayudan muchísimo y eso, en la parte de atrás, es muy importante.

¿Son conscientes de que están haciendo historia?
Sabemos de todo lo que se ha generado en Colombia, pero queremos continuar con los pies sobre la tierra, no creernos más de lo que somos, seguir acá hasta el final, y para eso tenemos que estar muy bien preparados. Conocemos la emoción de la gente y también estamos disfrutando mucho este momento.

¿Esta selección ya es más que la de los 90?
Yo hablo por esta selección. Cuando estábamos más jóvenes los vimos a ellos a ellos en los mundiales y eran nuestros referentes, queríamos ser como algunos de ellos y nos motivaron a seguir sus pasos, eso hay que valorarlo. Ahora siguen siendo nuestros referentes, pero esta generación quiere más. Somos una familia y eso al final se nota en el campo.

¿Brasil será el verdadero examen para ver el potencial de Colombia?
La dificultad la sabemos, por la calidad de los jugadores que tienen, porque están de locales y tendrán el apoyo de la mayoría en el estadio, pero nosotros vamos a pensar en el trabajo que hemos hecho. Siempre nos hemos basado en nuestros potenciales antes de mirar a los rivales. Creo que ya estamos para pelear con los mejores.

¿Equilibrio es lo que más pide Pékerman?
Sabemos del potencial que tiene Brasil, con jugadores que le pegan muy bien a la pelota, así que el equilibrio lo tenemos que buscar ahora y siempre, independientemente del rival, porque tenemos un estilo definido. Esto y la solidez defensiva para que los jugadores de adelante puedan estar tranquilos, recibir la pelota y desequilibrar los partidos, es muy importante. En este Mundial tenemos una capacidad y una contundencia adelante que nos da mucha confianza a los que estamos atrás.

Y junto a Sánchez están impasables en la mitad...
Sí, hemos venido trabajando desde hace muchísimo tiempo y creo que los resultados se están dando gracias a la cantidad de entrenamientos en los que hemos estado puliendo detalles. Ya se demostró que no sólo nosotros sino cualquiera que juegue lo puede hacer así de bien, porque hay competitividad por el puesto.

Han sido locales en Brasil, pero ahora serán por primera vez visitantes al jugar frente al anfitrión. ¿Cómo se acomodan a eso?
El apoyo es fundamental. En los cuatro partidos que hemos jugado nos hemos sentido como en Barranquilla. Ver las tribunas de amarillo nos motiva muchísimo, y ahora eso no será diferente (risas). Es entendible que ahora puede haber mayor apoyo hacia ellos, pero no sólo la gente que está aquí sino la que está en Colombia nos hace llegar esa fuerza. Acá contamos con el aliento de 48 millones de colombianos, así no estén presentes.