Ahora que es la tapa de todos los diarios argentinos, Roger Martínez no se olvida de aquellos tiempos en los que jugaba descalzo en La Campiña y Calamares, su barrio en Cartagena. “No tenía dinero ni para comprarme zapatillas. Pero a mí no me importaba. Corría hasta quedarme sin las uñas de los pies. Mi mamá me regañaba, pero yo sólo quería patear una pelota”, cuenta el delantero costeño a El Espectador. Es el día posterior al gol más trascendental de su vida. Un taco extraordinario frente a Boca Juniors. Un grito que se propagó en cada rincón del Cilindro de Avellaneda y no sólo impulsó el triunfo de Racing Club en el clásico; además, dejó a su rival sin técnico. Porque mientras el colombiano brindaba esta entrevista, Rodolfo Arruabarrena era despedido por Daniel Angelici, el presidente xeneize. Todo un síntoma de lo que significó esa definición de lujo.
Claro que Roger está ajeno a lo que pasa a orillas del Riachuelo. Lo suyo es Racing y esta nueva posibilidad que le brindó el fútbol. Porque llegó a Argentina desde Estudiantil de Medellín. Antes jugó en Expreso Rojo y Academia Crespo. Recomendado por Ramón Madoni se probó en Boca, justamente. Pero no quedó. Hugo Tocalli, exayudante de José Pékerman en la selección Argentina, le dio un chance en Argentinos Juniors. Pero Luis Segura, actualmente presidente de la AFA y por entonces mandamás del club de La Paternal, no lo quiso fichar. Y recaló en Estudiantes de La Plata. Carlos Pachamé, mano derecha de Carlos Bilardo, le hizo lugar entre los “pincharratas”. Sin embargo, Juan Ramón Verón, la Bruja, le cerró las puertas. Y enfiló hacia Avellaneda. No obstante, la adaptación le costó sangre, sudor y lágrimas. “Entendí que tenía que ser más profesional. Cuando debuté en primera no era consciente de todo lo que me jugaba. Me iba de vacaciones y volvía con algunos kilos de más. Me pasaba con las arepas, ja ja… Por suerte, tengo a mi lado gente que me aconseja, como mi representante”, dice Roger. Se refiere a Fernando López, un mediocampista que jugó en Argentinos hasta 1993, cuando sufrió un accidente.
Se fue a Aldosivi porque no tenía lugar en Racing. ¿Fue lo mejor que le pudo haber pasado para tener rodaje?
Cuando me fui, no me quería ir, realmente. Mi idea era quedarme a pelear un puesto. Se dio la posibilidad de Aldosivi, agarré mucha experiencia y madurez. Y volví a Racing para ganarme un lugarcito. No veía fácil la situación. En un momento creí que no iba a tener la oportunidad porque Racing tiene fabulosos delanteros.
¿Y pensó en irse de nuevo?
No, no… yo ya estaba acá. Pero están Milito, Lisandro López, Bou… No veía posibilidades. Hasta que el técnico me convocó y pude aprovechar mi momento. Uno siempre necesita continuidad y confianza. Y estoy muy feliz de haber hecho goles en la Copa y en el torneo.
Y le hizo un gol a Boca, nada menos. ¿Puede decir que fue el más trascendental de su carrera?
Ya le había hecho un gol a Boca en La Bombonera, cuando vinimos a Buenos Aires a jugar con Aldosivi. Pero este gol fue el más importante, sin ninguna duda. Porque era con la camiseta de Racing, en nuestro estadio, frente a nuestra gente.
¿Había convertido goles de taco? ¿Fue un lujo o un recurso?
En Colombia hice muchos goles de taco. Pero en primera, este fue el primer gol de esa naturaleza. Me salió perfecto. No era algo que venía pensando. Se dio así. Y, gracias a Dios, sirvió para ganar. Necesitábamos una victoria en el campeonato. Estoy agradecido con el técnico que me está brindando confianza.
Milito es un jugador de experiencia, uno de los que más aconsejan a los chicos. ¿Qué le dijo antes del partido?
Antes de entrar al campo de juego me estuvo hablando mucho. Me dijo que todo dependía de mí, que tenía potencial, que no bajara los brazos, que dejara la vida en cada pelota… A Diego siempre hay que escucharlo, estoy con la oreja parada porque se aprende mucho.
Usted forma parte de la selección sub-23 de su país. ¿Se puede soñar con un lugar en los Juegos Olímpicos?
Ahora nos jugamos todo en el repechaje contra Estados Unidos. No va a ser sencillo. Será un partido muy duro.
Esta continuidad y la posibilidad de estar en la selección sub-23, ¿lo ilusionan con que Pékerman lo convoque para la mayor?
Como futbolista, uno de mis mayores sueños es jugar en la selección tricolor. Pienso que si hago las cosas bien en Racing, no me va a faltar oportunidad.
¿Se refleja en Falcao o en Teo? Porque aquí se dijo que tiene algo de los dos.
Si me dejo llevar por el hecho de haber llegado de Colombia para hacer las inferiores en la Argentina, me identifico con el Tigre. Ojalá pueda hacer un cuarto de la carrera de Falcao.