Jesús Dátolo (m.6) y Leandro Gracián (m.38) marcaron los goles del equipo boquense, que disputó el encuentro con numerosas bajas, entre ellas las del creativo Juan Román Riquelme y el central Gabriel Paletta, que padecen roturas fibrilares y estarán inactivos entre tres y cuatro semanas.
El tanto del conjunto santafesino lo marcó el venezolano César González en el minuto final del encuentro disputado en el estadio "La Bombonera".
Boca Juniors y River Plate, que venció a Vélez Sarsfield por 0-2, encabezan la clasificación con 15 puntos, dos más que este último equipo y que Estudiantes de La Plata, que el sábado vencía a Racing por 1-2, no pudo asegurarse los tres puntos (con los que sumaría 16) ya que el encuentro fue suspendido a los 77 minutos por incidentes en los graderíos.
En el segundo puesto, están situados con 13 puntos Vélez, Estudiantes y Tigre, que el viernes derrotó a Gimnasia y Esgrima de Jujuy por 2-0.
La victoria lograda por Boca Juniors supone un aliciente tras la noche negra que sufrió en Santiago de Chile la semana pasada, cuando en la Copa Libertadores cayó derrotado por 2-0 frente al Colo Colo y perdió por lesión a Riquelme, su principal figura.
Nada más llegar a Buenos Aires, el equipo que dirige Carlos Ischia padeció otro golpe por la baja de Paletta, quien se lesionó en un entrenamiento.
Boca Juniors se esforzó sólo lo necesario para superar a Colón, que se quedó sin entrenador la semana asada al dimitir Leonardo Astrada, quien será sustituido desde el lunes por Antonio Mohamed.
Un River Plate explosivo en el comienzo del partido derrotó a Vélez Sarsfield, le quitó el invicto y lo bajó del liderato con los goles anotados por el chileno Alexis Sánchez (m.8), con un remate desde fuera del área, y el colombiano Radamel Falcao García (m.10), con un disparo raso que pasó la línea de sentencia junto a un poste.
Vélez, que se había adueñado del primer puesto desde el comienzo de la competición y lo defendía en su estadio tras cuatro victorias y un empate (tiene un partido pendiente ante San Lorenzo), no logró remontar el resultado pese a que contó con varias posibilidades en la segunda parte.
Los palos, las paradas del portero riverplatense Juan Pablo Carrizo y algunas imprecisiones de sus realizadores frustraron al conjunto del barrio porteño de Liniers, que contaba con la ventaja de estar dedicado únicamente a su participación en el Clausura, contrariamente a lo que ocurre con River Plate, al que lo desvela la Copa Libertadores.
En los segundos 45 minutos Vélez tuvo siempre la iniciativa mientras que River Plate hizo sólo los esfuerzos necesarios para mantener la ventaja.
El entrenador del equipo ganador, Diego Simeone, sorprendió a propios y extraños al dejar en el banquillo al punta uruguayo Sebastián Abreu, reservado para el partido del miércoles próximo ante el Universidad Católica chileno, en el que una victoria le pondría en el umbral de los octavos de final del torneo continental.
El triunfo de la formación "millonaria" tiene más mérito aún por haberla logrado pese a las bajas de dos centrocampistas clave en su estructura: Augusto Fernández y Ariel Ortega, lesionados.
Antes del encuentro la multitud que acudió al estadio José Amalfitani guardó un minuto de silencio en memoria de Emanuel Álvarez, el hincha del Vélez Sarsfield asesinado por desconocidos la semana pasada en las cercanías del estadio de San Lorenzo.