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Comienza nueva temporada de la Premier League

Los grandes no hicieron muchos fichajes y el que más movió el mercado fue el Manchester City, llamado ahora a robarles protagonismo al United, Chelsea, Liverpool y Arsenal.

Henry Mance/ Especial para el Espectador, Londres
14 de agosto de 2009 - 11:11 p. m.

De vez en cuando, el fútbol inglés se ve frágil. Hace dos meses el campeón de la Liga Premier, el Manchester United, se vio superado de manera humillante por un Barcelona sensacional en la final de la Liga de Campeones.

Luego, en las semanas que siguieron, ni el ‘ManU', ni el Chelsea, ni el Liverpool pudieron competir con los gastos de derroche del Real Madrid.

A lo anterior se sumaron las críticas del último tiempo, según las cuales, los mismos cuatro equipos (se les suma el Arsenal), dominan y sobran equipos mediocres. Pero la popularidad de la Premier no se daña tan fácilmente y hoy que empieza la nueva temporada, la liga más rica del mundo será nuevamente la más vista también, no sólo en los hogares británicos, sino en todo el mundo.

Mientras que Barcelona y Madrid seguirán dominando en España, en Inglaterra parece que la batalla tiene un nuevo actor: el Manchester City, enriquecido por su dueño Sulaiman Al-Fahim, de Abu Dhabi, quien ha gastado unos 110 millones de euros en nuevos jugadores y amenaza con ponerle fin a la hegemonía de ‘los cuatro grandes'.

A excepción del Liverpool, uno de los otros tres ha salido campeón cada año desde la inauguración de la Premier en 1992 -sólo se atravesó el Blackburn en 1994/5-. "Desde la perspectiva de los hinchas, parece haber más emoción esta temporada porque hay más incertidumbre", dice Hugh Sleight, editor de la revista Four FourTwo.

Si el City va a tomar su asiento en la mesa de los grandes, requerirá gran rendimiento de tres inversiones suramericanas: el brasileño Robinho (que llegó la temporada pasada), el paraguayo Roque Santa Cruz, y el argentino Carlos Tévez. Este último llegó cuando el Manchester United se negó a pagar el precio fijado; su eterno rival lo aceptó y no perdió la oportunidad de provocar a los ‘Diablos Rojos', al distribuir avisos azules con la imagen del ex Boca y las palabras "Welcome to Manchester" por la ciudad.

La rivalidad entre los dos equipos de Manchester está de vuelta, pero pocos observadores creen que el astuto Alex Ferguson se dejará vencer. Ha perdido a su gran figura, el portugués y nuevo galáctico madridista, Cristiano Ronaldo, y tiene otros que están a un paso de la jubilación, como Ryan Giggs y Paul Scholes. Sin embargo, el Sir se muestra confiado... "Cuando sabes que no puedes reemplazarle a alguien, buscas otro camino. La gente ha malinterpretado nuestra situación y ha subestimado nuestra capacidad para mejorar a los jugadores que ya tenemos", dice.


Entre los futbolista del ‘ManU' que podrían tomar mayor protagonismo, están Dimitar Berbatov y Wayne Rooney, apoyado por la llegada gratuita de Michael Owen. Y si alguien puede contrarrestar el declive de Owen, es Ferguson. La cuestión es si tienen la creatividad por los lados. Los hinchas esperan que el ecuatoriano Antonio Valencia, el volante rápido de la provincia de Sucumbíos, podría sustituirle al menos un poco a Ronaldo, pero el jugador de 24 años no tiene trayectoria de goleador.

Liverpool y Chelsea esperan dar la pelea para despojarle de la corona y el primero por ejemplo, tendrá que ajustarse a la salida de Xavi Alonso al Real Madrid y sobrevivir otra temporada sin un reemplazo para Fernando Torres, que está vulnerable a las lesiones. Al menos recibió la buena noticia de que Steven Gerrard no empezará la temporada en la cárcel, luego de que un jurado lo declarara inocente de un asalto en un bar.

Los azules por su parte, estrenan técnico: Carlos Ancelotti, cuyo reto principal es cumplirle el sueño a Roman Abramovich de ganar la Liga de Campeones. "Cinco semifinales en seis años es un marcador hermoso, pero ahora necesitamos ganar", afirmó el italiano al llegar a Londres. A corto plazo, sin embargo, podría estar más enfocado en evitar el fin de Luis Felipe Scolari, otro técnico con poco dominio del inglés, quien no pudo contener los egos de Didier Drogba y John Terry.

El más vulnerable de los cuatro grandes parece ser el Arsenal, que -a diferencia de sus rivales- se muestra adverso a grandes gastos. El francés Arsene Wenger confiará nuevamente en su grupo de jugadores jóvenes, livianos y talentosos. "Un equipo con un promedio de 28 ó 29 años puede tal vez mejorar un 5%, pero un equipo con un promedio de 22 años puede mejorar un 30%", argumenta el DT de los ‘Gunners'. Los hinchas lo han defendido a pesar de las últimas campañas decepcionantes. "Arsene sabe", es su eslogan en el Fly Emirates de Londres.

Y hay justificación por el optimismo. Manchester City, a pesar de sus transferencias, no capturó una estrella de primer nivel -se acercó a Kaká, Samuel Eto'o y John Terry- y quedan dudas sobre su técnico, Mark Hughes. En vez de inaugurar los ‘cinco grandes', podría ser pasado por los equipos del escalón siguiente, incluyendo Aston Villa, Tottenham y Everton.

Los corredores de apuestas saben que hay una brecha entres los grandes, el City y los demás, al punto que están dando máximo 14 a 1 para que uno de ellos gane el título, mientras para los demás equipos las probabilidades son al menos 150-1. Hay pocas oportunidades de tener éxito sin los recursos que tienen los grandes. "Antes La Liga parecía más a una meritocracia", lamenta Andy Lyons, editor de la revista When Saturday Comes.

Lo que decidirá el título serán los partidos con los equipos menores. Los encuentros entre los cuatro grandes equipos son los espectáculos, pero sólo ofrecen 18 puntos para cada equipo por año, comparado con los 96 que otorgan los duelos frente a los pequeños.

Y entre los conjuntos que incomodarían a los grandes está el Wigan, donde el colombiano Hugo Rodallega será el principal atacante, después de una primera temporada satisfactoria en que tuvo demasiada competencia para ser titular. El nuevo técnico del club, Roberto Martínez, dice que "lo mejor -de Hugol- está por venir, una vez que se sienta completamente parte de la Liga Premier y parte del estilo de vida británico... Hay muchas dudas en tu cabeza como jugador extranjero cuando llegas a una nueva liga, pero esto ya no será factor para él".

Habrá un punto de comparación interesante con otro atacante suramericano, también de 23 años: Christian Benítez de Ecuador, quien fue comprado en 8 millones de euros por Birmingham.

Otros latinoamericanos -como los mexicanos Carlos Vela y Giovani dos Santos- a lo mejor pasarán más tiempo en el banquillo que Rodallega y Benítez. A la medida que esto pase, la frustración crecerá entre sus hinchas nacionales, que quieren que regresen con experiencia y en forma para fortalecer la selección. Pero el problema es para todas las nacionalidades.

Los hinchas ingleses llevan años lamentando que la cantidad de extranjeros en la Premier priva al talento local de oportunidades: Joe Cole, Theo Walcott y Peter Crouch no están firmes como titulares en sus equipos. Pero tal exclusión podría ser una ventaja cuando la temporada cierra y los jugadores van al Mundial menos cansados.

La Copa del Mundo de Suráfrica 2010 podría precipitar el regreso de David Beckham de los Estados Unidos. Según el técnico de la selección inglesa, Fabio Capello, el mediocampista del Galaxy de la MLS "sabe bien que si no vuelve a una liga europea grande en diciembre, no tendrá ninguna posibilidad (de ser convocado)".

Por el momento, la Premier tendrá que generar el espectáculo en la cancha y fuera de ella, sin contar con la personalidad de Cristiano Ronaldo. "Los ingleses no echarán de menos la simulación, los lloriqueos y la petulancia del portugués, aunque todos sabían que él era el mejor jugador del mundo", dijo Sleight. Pero encontrar nuevas estrellas es crucial para que la liga inglesa mantenga su éxito global. Según Andy Lyons, "a nivel internacional la gente sigue más a los futbolistas individuales que los equipos: sigue a Thierry Henry en el Arsenal y luego en el Barcelona. Es un público pasajero, que busca seguir equipos exitosos en vez de escoger un club para toda la vida".

Pero generar escándalo para este público pasajero no debería ser mayor problema. Al mezclar los ingredientes de jugadores cracks, salarios altísimos y la vida moderna, situaciones ridículas no demoran en surgir.

En las últimas semanas por ejemplo, Darren Bent utilizó su cuenta de Twitter para demandar que el Tottenham lo vendiera al Sunderland; reclamo que fue cumplido, después de que él pagase una multa de casi 100.000 euros. Nicklas Bendtner, del Arsenal, por su parte, tuvo que prometer devolverle el dinero a los seguidores que ya compraron su camiseta, porque decidió cambiar su número.

La única buena noticia para los ahorros de los jugadores es un sitio web, creado por Andrew Taylor del Middlesborough, que venderá bienes de lujo a precios razonables.

 

Por Henry Mance/ Especial para el Espectador, Londres

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