El Manchester United, eliminado de la Liga de Campeones, cruza los dedos por la salud de su hombre talismán, un Wayne Rooney que salió cojeando de su cita ante el Bayern y que no estará en su duelo con el Blackburn, en una jornada liguera que albergará en White Hart Lane uno de los derbis con más morbo de Inglaterra: el Tottenham-Arsenal.
Europa se queda completamente huérfana de competidores británicos tras los golpes arreados al Arsenal y al United esta semana y la Premier pasa, así, a ocupar un lugar prioritario para los grandes clubes de este país y para las ambiciones de sus entrenadores.
La eliminación del continente ha sido particularmente inesperada para los "diablos rojos".
Su salida de Europa asesta un fortísimo revés a los ambiciosos esquemas de un Alex Ferguson que tiene problemas para digerir que sus hombres ya no compiten por la Copa de Europa.
Sus pupilos ganaron el partido en Múnich (2-3) ante el rival alemán pero sirvió de poco, ya que su revés en la ida y la diferencia de goles pudieron más y costaron un enorme disgusto al míster escocés.
La Premier, pues, se convierte en asignatura obligatoria y más prioritaria que nunca para el vigente campeón de este torneo, que sufre por la forma física del hombre más en forma del momento en la plantilla de Old Trafford, un Wayne Rooney no del todo recuperado de una lesión de tobillo, que ayer fue incluido en la titularidad pero tuvo que abandonar el partido, renqueante, a los 55 minutos.
Ferguson, enojadísimo con la expulsión del brasileño Rafael por doble amonestación, ha restado, también, importancia al incidente y confía en recuperar la próxima semana a Rooney.
El United, a dos puntos del líder Chelsea en la general, visita en Ewood Park al Blackburn Rovers de Michel Salgado, ex lateral derecho del Real Madrid, y que afronta el choque con la plantilla de Ferguson desde undécima posición liguera.
Por su parte, otro de los sufridores de la Champions, un Arsenal machacado por el Barcelona, prosigue con su periodo sin Cesc Fábregas y trata de olvidar la dolorosa humillación en el Camp Nou (4-1) a manos del once de Pep Guardiola.
Y es que la temporada "gunner" afronta momentos críticos en el torneo nacional, donde cuenta con opciones reales de ganar el título, aunque lo tenga difícil.
El conjunto del norte de Londres se sitúa tercero en la clasificación con 71 puntos, uno menos que el Manchester United, y afrontará el miércoles, en White Hart Lane, un derbi cargado de morbo con su enemigo y vecino histórico, un Tottenham Hotspur que, desde la quinta posición, busca meterse en los puestos de Champions (cuatro primeros de la Liga).
La salud sigue siendo un tema prioritario en las filas "gunner", que han tenido que capear el temporal sin presencias fundamentales en su equipo como la de Cesc Fábregas (baja por una pequeña fisura en el peroné derecho) , el ruso Andrei Arshavin, el francés William Gallas o el camerunés Alexander Song.
Eso que de cara a su duelo con los "spurs", las estadísticas favorecen al Arsenal, ya que su adversario de Londres no ha conseguido vencer a la escuadra de Wenger en la Liga desde noviembre de 1999, cuando Steffen Iversen y Tim Sherwood sellaron un 2-1 para el Tottenham.
Además, el francés Arsene Wenger admite que la eliminación de la Champions "te deja frente a un futuro muy vacío" pero insta a sus hombres a "superar la decepción" y centrarse en las notables y recientes intervenciones del inglés Theo Walcott o del danés Nicklas Bendtner.
El Chelsea tendrá que esperar al martes para recibir en Stamford Bridge al Bolton Wanderers y confiar en lograr mantener el liderato del torneo. O quizás tendrá que luchar por recuperarlo, en caso de que el Manchester, que juego antes, se lo arrebate este fin de semana.
Otro club que necesita aplicarse a conciencia es el Liverpool de Rafa Benítez, que se queda en Anfield para recibir al londinense Fulham este domingo.
El madrileño lamentaba recientemente el cansancio que sufren sus jugadores, que esta noche juegan un encuentro vital en la vuelta de la Liga Europa ante el Benfica, que podría servirles para "equilibrar el balance del año".
El técnico ha insistido esta semana en que su plantilla, que lucha desesperadamente por remontar en la general, donde ocupa la sexta posición, necesita refuerzos.