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Chelsea, que el domingo levantó su primer trofeo de la temporada al ganar 2-0 al Tottenham en la final de la Copa de la Liga, regresa el miércoles a la Premier League, donde es líder y en la que espera ganar al West Ham en la jornada 28, para dar un nuevo paso al título nacional.
Por el momento, todo parece sonreír al equipo de José Mourinho, que sin jugar en la 27ª jornada este fin de semana, se convirtió en uno de los ganadores.
El Manchester City, segundo a cinco puntos, tenía la oportunidad de colocarse provisionalmente a dos, pero perdió en Liverpool y quedó a la misma distancia, pero con un partido disputado más que los Blues.
El Chelsea está viendo por lo tanto cómo su panorama queda cada vez más despejado. Sólo han perdido una vez en liga en lo que va de 2015 y el miércoles visitan al West Ham, que es noveno pero que lleva cinco partidos sin ganar.
El Manchester City, por su parte, necesita imperativamente la victoria, en casa ante el colista Leicester. "Ganar la Premier League será muy difícil", admitió el entrenador chileno del City, Manuel Pellegrini, tras la caída en Liverpool.
Su equipo no ha conseguido ganar en cinco de los siete últimos partidos y la dinámica no parece la mejor para tratar de alcanzar a un líder que no acostumbra a perder puntos. Vencer al colista parece una obligación, igual que al Burnley (18º) en el siguiente partido. No hacerlo dejaría casi la alfombra roja preparada para un paseo del Chelsea.
Por su parte, el Arsenal, tercero de la tabla, logró vencer 2-0 al Everton este fin de semana tras su dolorosa derrota en casa (3-1) ante el Mónaco en la ida de los octavos de final. Si consigue ganar en su visita al Queens Park Rangers (17º), el equipo de Arsène Wenger seguiría presionando al Manchester City, que ha visto reducida su ventaja a cuatro puntos.
Por detrás, el Manchester United es cuarto, dentro de la zona de Liga de Campeones, y cuenta apenas con un punto menos que el Arsenal. Los de Louis Van Gaal tienen una visita incómoda el miércoles a Newcastle (11º).
El Liverpool, quinto, viene lanzado desde atrás y lleva cuatro victorias seguidas, lo que le hace ser uno de los equipos más temibles del momento en el fútbol inglés.
El optimismo se ha instalado en Anfield y hasta su entrenador, Brendan Rogers, ha pedido a sus hombres que "no sólo se contenten con la cuarta plaza, sino que aspiren a lo más alto posible". Su partido de la 28ª jornada será ante el Burnley, un adversario en principio asequible.