La actitud de Colombia fue diferente que en los primeros tres partidos, pero una desatención defensiva fue suficiente para que el seleccionado nacional quedara eliminado del Mundial sub-20 que se lleva a cabo en Nueva Zelanda, tras perder 0-1 con Estados Unidos.
En la primera parte el combinado dirigido por Piscis Restrepo se mostró más preciso que lo había hecho en otros encuentros. Con Jarlan Barrera, Jeison Lucumí y Rafael Santos Borré de mitad de cancha para arriba y con Andrés Tello apoyando a Alexis Zapata y a Víctor Gutiérrez en la zona de recuperación, el seleccionado nacional se vio con más orden, lo que le dio la posesión del balón -54% en los primeros 45 minutos-.
Lamentablemente para el combinado nacional esto no se pudo traducir en opciones claras, apenas fueron dos aproximaciones (por intermedio de Alexis Zapata y Jarlan Barrera) a la portería de Zackary Steffen, quien poco trabajó tuvo durante el periodo inicial y que estuvo bien protegido por la línea defensiva estadounidense.
Sin embargo en la parte complementaria la presión alta de Colombia complicó mucho más a Estados Unidos, que sin ser tan efectivo, logró poner en aprietos en varias ocasiones la portería gringa, intentos de Barrera, Zapata, Santos Borré y Lucumí se fueron desviados o fueron detenidos por Zackary, pero el dominio era evidente.
Pero como suele suceder en el fútbol el que no los hace los ve hacer. Y Estados Unidos, que tan sólo se había arrimado a la portería defendida por Álvaro Montero en una oportunidad, por intermedio de su delantero Rubio Rubin abrió el marcador. El delantero aprovechó una serie de rebotes en la zaga colombiana y de pierna derecha batió a Montero que nada pudo hacer ante el certero remate del norteamericano.
El gol fue un golpe en la cabeza para Colombia que lo dejó gravemente resentido, los estragos se comenzaron a dejar ver con imprecisiones en el juego corto, la claridad no fue la misma y la desesperación se llegó hasta el entrenador, quien se fue a todo por el todo, dejando al equipo con cuatro delanteros y un solo volante de recuperación.
Y aunque atrás se dejaron espacios, que Estados Unidos nunca aprovechó, adelante la desorganización llevó al cuadro tricolor a llegar sin claridad, con remates desde cualquier parte. Tan sólo contaron con dos jugadas claras: el penal atajado por Zackary a Jarlan Barrera y un balón que le sacan de la línea de gol a Deinner Quiñones, además de esto intenos vanos y sin ideas.
Al final, y aunque terminó con un hombre más en cancha, Colombia no logró igualar el partido contra el equipo norteamericano y por segundo campeonato consecutivo se despide en octavos de final de un Mundial juvenil. Estados Unidos por su parte enfrentará a Serbia el próximo sábado por un cupo a las semifinales del torneo que se lleva a cabo en Nueva Zelanda.