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Aunque no ha sido emitida ninguna comunicación oficial por parte del cuerpo médico de la selección colombiana de fútbol respecto a la situación de James Rodríguez, quien sufrió una luxación del hombro izquierdo en el triunfo 2-0 sobre Estados Unidos, lo más seguro es que el 10 no actúe en el juego de esta noche contra Paraguay (9:30, por el Gol Caracol), en el estadio Rose Bowl de Pasadena, California. Por eso, el principal reto del técnico José Pékerman será remplazar a su principal figura en un juego clave de esta Copa América Centenario, pues con un triunfo se asegurará la clasificación a los cuartos de final del certamen.
El haber ganado en el primer partido le permite a Colombia jugar sin la presión que tuvo hace un año en Chile 2015, cuando enfrentó a Brasil luego de haber caído ante Venezuela en el estreno. Con tres puntos, y a dos de los demás equipos del grupo, la tricolor está bien acomodada. Además, en el juego con Estados Unidos demostró que tiene potencial suficiente para dar la pelea por el título. No se tuvo que exigir mucho y hasta se dio el lujo de relajarse por momentos y dedicarse únicamente a evitar que el rival fuera el dominador. Pero con Paraguay será a otro precio, pues es un rival mucho más exigente y la contundencia deberá seguir siendo el arma a utilizar.
Sin James, el equipo pierde un jugador supremamente importante, no sólo por su desequilibrio sino por lo que representa para el grupo. Es ese jugador que les mete miedo a sus rivales y a quien éstos respetan por lo que su nombre significa a nivel mundial. Además, en los últimos juegos ha cumplido con la función de contagiar actitud a sus compañeros y ha marcado tantos determinantes. En la eliminatoria fue decisivo en los juegos contra Chile, Bolivia y Ecuador. “James es importante para Colombia”, dijo el técnico Pékerman, quien justamente en el amistoso con Haití, previo a este certamen, no pudo contar con el 10 porque se encontraba en la final de la Champions League con el Real Madrid, así que de alguna manera tiene una referencia reciente de cómo puede actuar el equipo sin su estrella.
La primera opción que hay es que juegue Marlos Moreno como volante por izquierda, dejando a Edwin Cardona en el centro y a Juan Guillermo Cuadrado por derecha. Los tres detrás de Carlos Bacca, que en esa formación sería el único hombre en punta. Claro que otra alternativa es jugar con dos delanteros y en lugar de Marlos darle ingreso a Dayro Moreno. De esa manera, la alineación sería con dos volantes de marca, dos ofensivos y un par de atacantes. Claro que, como es habitual con Pékerman, todo es un misterio y se sabrá sólo una hora antes del partido, cuando se entregue la formación oficial.
El estadio Rose Bowl, en donde esta noche juega la tricolor, fue el escenario en el que se disputó la final del Mundial de Estados Unidos 1994. También en donde Colombia enfrentó en esa copa a Rumania y a la selección local y perdió 3-1 ante los europeos y 2-1, con autogol de Andrés Escobar, contra los estadounidenses. Es un escenario al que se regresa tras más de una década, con una nueva generación ganadora que se encuentra en construcción en esta Copa América Centenario.
Respecto al rival, Paraguay se encuentra en una transición. Una situación similar a la de Colombia, pues muchos de sus jugadores están iniciando un proceso con la selección. Los únicos veteranos que siguen haciendo parte del equipo, ahora dirigido por el argentino Ramón Díaz, son el arquero Justo Villar y el delantero Nelson Aedo Valdés. Se destacan juveniles como Óscar Romero, Derlis González y Juan Iturbe.
La más probable formación de Colombia sería con David Ospina, Santiago Arias, Cristian Zapata, Jeison Murillo, Farid Díaz, Daniel Torres, Sebastián Pérez, Juan Guillermo Cuadrado, Edwin Cardona, Carlos Bacca, Dayro Moreno o Marlos Moreno.