Como siempre, anoche la hinchada de Millonarios se lució. Llenó El Campín y presentó la bandera más grande del mundo, de 600 metros de largo por 20 de ancho. Azul, blanca y en la parte inferior con los colores de Bogotá: rojo y amarillo.
Pero el equipo no respondió dentro de la cancha. El actual campeón de Colombia, en otra discreta presentación, perdió con el Corinthians brasileño y quedó eliminado de la Copa Bridgestone Libertadores de América, a una fecha del final de la fase de grupos.
Y eso que salió con todo a arrollar al club paulista, aunque el impulso apenas le duró 10 minutos, porque aunque siempre tiene la pelota, Millos no le hace daño a nadie. De hecho, apenas generó cuatro opciones claras de gol en 90 minutos, dos con Freddy Montero, una de Dahwlin Leudo de media distancia y otra que desperdició Wason Rentería tras un rebote que dio el arquero Cassio.
Corinthians, en cambio, fue más práctico y peligroso. Tuvo cinco opciones y metió una, a los 57 minutos, cuando Danilo, con un remate desde el borde del área, desequilibró el compromiso y dejó a los locales matemáticamente fuera del torneo.
“Estamos tristes por no seguir, nos falta concretar, pero vamos a tener fe y paciencia para mejorar y salir de esta racha”, dijo al final el volante Jhonny Ramírez.
Al equipo albiazul le queda ahora dedicarse a la liga local, en la que está séptimo, a tres puntos del líder Santa Fe, su rival del próximo sábado desde las 5:30 p.m., en la jornada de clásicos regionales. Una semana después volverá a jugar contra los cardenales y dentro de 15 días visitará al Nacional.
Una de las grandes enseñanzas del torneo continental para el equipo de Hernán Torres es que, contrario a lo que dijeron el técnico y los dirigentes, la continuidad no siempre es el mejor refuerzo. Al grupo que ganó la estrella 14 le faltó fútbol y jerarquía para afrontar la Libertadores. Tres derrotas y una sola victoria, con sólo dos goles anotados y siete en contra, lo demuestran.