De cenicienta no tiene un pelo. En la primera jornada del grupo D en el Mundial de Brasil 2014, Costa Rica sorprendió a Uruguay y lo venció cómodamente 3-1. Y ayer, ante 40.000 espectadores, el cuadro dirigido por el colombiano Jorge Luis Pinto volvió a dar una cátedra de táctica y estrategia derrotando por la mínima diferencia a Italia en el estadio de Recife.
Con estas dos victorias, Costa Rica suma seis puntos en la tabla de posiciones y se instala en los octavos de final, en donde tendrá que enfrentar a uno de los dos ganadores del grupo C, en el que Colombia ya está clasificado.
La selección costarricense se sumó también a Holanda y Chile como los primeros clasificados a la siguiente fase del Mundial, todos en apenas dos partidos jugados.
El equipo dirigido por Jorge Luis Pinto era en teoría el seleccionado más débil de un grupo complicadísimo con tres excampeones mundiales: Inglaterra, Italia y Uruguay. Sin embargo, en el choque con Italia en el Arena Pernambuco, la formación centroamericana confirmó que su sólida victoria en el debut ante Uruguay no había sido casualidad.
“Estamos en el grupo de la muerte, pero los muertos fueron otros”, dijo el capitán Bryan Ruiz, autor del gol del histórico triunfo tico.
El gran secreto de la ingeniería táctica que Costa Rica presentó ayer fueron Christian Bolaños y Júnior Díaz, que arrasaron por el sector izquierdo, dejando coja a la defensa italiana.
El final fue a toda orquesta, con toques y lujos, con las tribunas cantando “olé, olé”. Un tributo al fútbol de Costa Rica, que llegó como cenicienta y patito feo y ha revolucionado con gran belleza el fútbol en Brasil 2014.
Aunque parecía una actitud para curarse en salud, el entrenador italiano Cesare Prandelli ya lo había anticipado. “Todo el mundo estaba olvidando a Costa Rica. Nosotros los conocemos, sabemos que son un verdadero equipo”, dijo en la víspera del encuentro y, ahora, frente a Uruguay el próximo martes, Italia deberá conseguir los tres puntos para seguir con vida en el Mundial.