Presumido, vanidoso o jactancioso, son algunos de los calificativos que muchos utilizan para hablar de Cristiano Ronaldo.
Quien ha jugado fútbol sabe que los apodos en el terreno de juego son comunes, sin embargo, la infancia del portugués estuvo marcada por un remoquete que simplemente, según contó su madre, lo sacaba de casillas.
“Se le caían las lágrimas y se enfadaba fácilmente porque un compañero no le pasaba la pelota, porque alguien o él mismo fallaba un gol, un pase, o porque el equipo no jugaba como él quería”, contó la madre de Cristiano Ronaldo, Dolores Aveiro.
En el reciente libro “Cristiano Ronaldo, historia de una ambición sin límites”, escrito por Luca Caioli, la mamá del portugués además revela que a CR7 poco le importaba el estudio y que tal como le sucedió a muchos futbolistas en su infancia “prefería irse a la calle a jugar”.
Mientras los recuerdos de su madre circulan por el mundo, el Portugal de Cristiano Ronaldo tendrá que disputar un repechaje para poder estar en una gran cita, en este caso en la fase final del Mundial-2014, y poder evitar el desastre que supondría su caída.
"La clasificación para las repescas ha sido demasiado fácil. En noviembre, la historia será diferente", avisaba este miércoles el diario deportivo Record, que destaca el potencial de los eventuales adversarios.