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El 'animal de área'

El uruguayo Luis Suárez es el delantero de moda en el Mundial de Brasil. En 22 días se recuperó de una operación de los meniscos de la rodilla izquierda y fue fundamental para el triunfo charrúa sobre Inglaterra. En octavos de final podría enfrentar a Colombia.

Luis Guillermo Ordóñez Olano, Río de Janeiro, Brasil
21 de junio de 2014 - 01:26 p. m.
El 'animal de área'
Foto: AFP - BEN STANSALL

Ausente en el primer partido de la selección uruguaya en el Mundial de Brasil 2014, en la sorpresiva derrota 3-1 frente a la Costa Rica del técnico colombiano Jorge Luis Pinto, el delantero Luis Suárez tuvo que apurar su reaparición para llevar al equipo charrúa a la victoria 2-1 sobre Inglaterra, el jueves pasado, con la que recuperó las opciones de clasificar a octavos de final.

Tras una soberbia demostración de carácter, mística y capacidad goleadora, Suárez se convirtió en el héroe de la jornada al anotar los dos goles y, sobre todo, contagiar de optimismo y capacidad de lucha a sus compañeros, quienes salieron cabizbajos y anímicamente destrozados del duelo ante los ticos.

“Es nuestro héroe, nuestro ídolo”, admitió el arquero Fernando Muslera, uno de los jugadores que alzaron en hombros al artillero una vez terminó el compromiso en el Arena Corinthians de São Paulo. “Tiene una condición física admirable y su olfato de gol es impresionante”, admite Diego Forlán, otro de los referentes de la selección que dirige Óscar Washington Tabárez, tercera en el pasado Mundial de Sudáfrica.

El Pistolero, El Animal’ o El Depredador, como suelen llamarlo, casi se queda por fuera del grupo de 23 futbolistas uruguayos para Brasil 2014 debido a una lesión. El 22 de mayo, días después de haberse incorporada a la concentración del equipo nacional, fue operado de los meniscos de la rodilla izquierda. Y tras una recuperación milagrosa en tiempo récord, volvió a las canchas como si nada le hubiera ocurrido. “Fue el regreso soñado, tal y como me lo había imaginado muchas veces. Gracias al médico Wálter Ferreira y a sus fisioterapeutas, que fueron fundamentales en este proceso”, confesó una vez terminado el partido contra los ingleses.

Después, con lágrimas en el rostro y conmovido por las manifestaciones de cariño de sus compañeros, sentenció: “Se lo dedico a estos muchachos, a los que siempre dejan el alma por la celeste y que fueron tan duramente criticados luego de la derrota contra Costa Rica”.

Sin embargo, lo que quedó claro es que Uruguay es una con Suárez y otra sin él. El artillero del Liverpool, que fue máximo goleador de la Premier League con 31 anotaciones, marca una diferencia muy grande, a pesar de tener a su lado a hombres como Forlán y Édison Cavani, con quienes conforma una delantera temible.

“Yo hago mi trabajo, así como atrás los compañeros hacen el suyo”, señala con humildad, aunque Forlán aclara: “es el primero que intenta recuperar el balón, el que siempre llega a dar una ayuda. Creo que nunca se cansa”. Y esa actitud la perciben incluso sus rivales. Ayer, en una conferencia de prensa en el campo de entrenamiento de la selección inglesa, el capitán Steven Gerrard sentenció: “Es el mejor futbolista con el que he jugado, en la cancha se convierte en una fiera, un guerrero, que además tiene una condiciones técnicas superiores”.

Y ni qué decir de los aficionados y comentaristas que se rinden a sus pies. Hristo Stoichkov, el ex futbolista búlgaro, goleador del Mundial de 1994 y ahora analista de televisión, asegura que “este chico tiene un corazón más grande que el de todos los jugadores del planeta. Es un rebelde con causa. Siempre, con él en el campo, habrá motivos para esperar emociones y espectáculo”.

Suárez les restó importancia a sus detractores, quienes aseguraban que con él, Uruguay jugaría con un hombre menos. “Simplemente despejé las dudas sobre mi condición física. Esta clase de partidos es en los que hay que demostrar quién es uno”.

Y sobre sus goles explicó: “El primero fue una gran jugada de Cavani, que simplemente tuve que desviar. Y en el segundo había que cerrar los ojos y pegarle con tres millones de ganas”, en alusión a la población de su país.

Todavía, sin embargo, tiene mucho camino por recorrer en el Mundial. “No quiero hablar de los octavos de final, porque no hemos logrado nada. No puedo referirme a Colombia ni a ningún otro rival, porque nuestra cabeza está puesta en ganarle a Italia y asegurar la clasificación”, admitió el atacante, profesional desde 2005, quien ha pasado por el Nacional de su país y los holandeses Groningen y Ajax.

En caso de que la celeste sea segunda de su grupo, el D, enfrentaría en cuartos de final a Colombia, que de no ocurrir nada extraño, terminará primero en el C. Así que la tricolor deberá prepararse muy bien para poder neutralizarlo.

Por Luis Guillermo Ordóñez Olano, Río de Janeiro, Brasil

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