'El Cóndor' ahora vuela libre

Multitudinaria misa en el estadio Hidalgo, de Pachuca.

Redacción Deportiva
06 de diciembre de 2012 - 03:38 a. m.
Hinchas del Pachuca rinden un homenaje a Miguel Calero durante una misa en cuerpo presente en el Estadio Hidalgo, en Pachuca (México). / EFE
Hinchas del Pachuca rinden un homenaje a Miguel Calero durante una misa en cuerpo presente en el Estadio Hidalgo, en Pachuca (México). / EFE

Miguel Calero dio este miércoles su última vuelta olímpica: lo hizo ante las 10 mil personas que asistieron a sus honras fúnebres en el estadio Hidalgo, de Pachuca.

Fue un acto conmovedor. Una despedida acorde a la grandeza del máximo ídolo de los tuzos.

“Miren, miren qué locura. Miren, miren qué emoción. Ya llegó Miguel Calero, para salir campeón”, cantaban constantemente los hinchas mientras el féretro del exarquero vallecaucano ingresaba a la cancha.

Luego fue colocado en el centro del campo y a su lado los jugadores del club pusieron las 10 copas que ganó el colombiano entre 2000 y 2011, período en el que fue clave para convertir a un equipo histórico y tradicional en un verdadero grande del balompié mexicano.

Siempre cerca del cuerpo de Calero estuvieron su esposa Sandra y sus hijos Miguel Ángel y Juan José, así como la mamá y los hermanos del guardameta de 41 años, profesional desde 1990, quien defendió los colores del desaparecido Sporting de Barranquilla, el Deportivo Cali, el Atlético Nacional y el Pachuca, además de las selecciones de Colombia.

Imposible contener las lágrimas ante tantas manifestaciones de cariño y admiración. Difícil parar de llorar al ver el video que en su homenaje preparó el departamento de prensa de su club, al que estaba vinculado como director de entrenadores de arqueros, un proyecto en el que trabajaba con cerca de 20 porteros de diferentes categorías, así como los cuatro del equipo profesional y decenas que pertenecen a las escuelas que tiene Pachuca en diferentes partes de México.

“Alabío, alabao, alabín bombao, Miguel... Calero, rarará”, gritaban los aficionados durante los intervalos de la misa y especialmente después de que su hermano Milton cogió el micrófono y dijo: “Gracias a todos por haberlo aceptado como tuzo. Gracias por este adiós hermoso que hoy le brindan Colombia y México. Se los vamos a dejar acá, porque lo seguirán cuidando, como hasta ahora”.

Luego toda su familia hizo un círculo alrededor del féretro y otro hermano, Manuel, les habló a los asistentes a la ceremonia. “Vuela alto, Cóndor, vuela alto”, dijo al final, en medio de una conmovedora ovación.

Finalmente, antes de salir hacia el lugar en el que se realizó la cremación, en una sencilla ceremonia a la que asistieron solamente sus familiares y amigos cercanos, sonó Amigo, el tema de Roberto Carlos.

Las cenizas serán repartidas. Una parte permanecerá en México, en donde seguirán viviendo su esposa y sus hijos. La otra será traída a Colombia.

“Olé, olé olé, olé.... tuzo, tuzo”. Así despidieron al “jefe”, al “capitán”, como le decían sus compañeros del Pachuca, mientras muchos lanzaban rosas blancas al gramado que tantas veces pisó Calero, quien sufrió una trombosis cerebral el pasado 25 de noviembre y luego de permanecer durante una semana en cuidados intensivos, falleció el martes al mediodía.

Por Redacción Deportiva

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