Publicidad

El panadero que renunció a su trabajo para jugar contra River Plate

La particular historia de Maximilano Peña se dio en los 32vos de final de la Copa Argentina.

Redacción Deportiva
05 de junio de 2015 - 03:23 a. m.
Tomada de El Clarín / Tomada de El Clarín
Tomada de El Clarín / Tomada de El Clarín

La jornada de Maximilano Peña, joven argentino de 20 años, empezaba a las 5:45 a.m. Se levantaba temprano pues los clientes de la panadería en la que trabajaba en Bahía Blanca, ciudad situada al sur de la provincia de Buenos Aires, buscaban, según sus palabras, las mejores facturas (bizcochos) de la región.

Luego de nueve horas de arduo trabajo, Maximiliano sacudía la harina de su cuerpo, dejaba a un lado el delantal blanco y caminaba casi un kilómetro para llegar al lugar de entrenamiento de Liniers de Bahía Blanca, un equipo de fútbol del Torneo Federal B, cuarta división para los equipos indirectamente afiliados a la Asociación Argentina de este deporte.

Allí, Núñez asumía su nuevo rol, el de mediocampista central. Entrenaba hasta que llegaba la noche, luego se iba a descansar a su hogar y así finalizaba su día. A la mañana siguiente se repetía la rutina.

Sin embargo, la rutina de este hincha de Boca Juniors se acabó hace un mes cuando recibió una sorprendente noticia que no solamente lo dejó frío a él, sino a todos sus compañeros, los directivos del club y la ciudad entera.

El sorteo de la Copa Argentina, torneo que reúne a los equipos de todas las categorías en el país, los invitaba a una cita de lujo: River Plate, actual campeón de la Copa Sudamericana. El equipo millonario sería su rival en los 32avos de final.

Con una emoción incontenible por la noticia, Maxi le avisó de inmediato a su jefe en la panadería. “Le dije que necesitaba tomarme cuatro o cinco días. Le conté que era algo inigualable, que no me iba a pasar nunca más. Pero me habló como empresario y me dijo que no podía estar tanto tiempo sin producir facturas. Yo lo entiendo. Sabía que si viajaba perdía el trabajo. Se fue acercando el momento y tuve que decidir", relató el jugador al diario Clarín.

La decisión llegó faltando un día. Encaró al jefe y le dijo que tendría que buscar a otro panadero porque él al día siguiente debía tomar un avión rumbo a Formosa, donde se tendría lugar el histórico partido para ellos. Iba a jugar contra a River y “eso no se repite en la vida”.

Maxi tomó el avión. Estaba feliz, aunque sabía que acababa de perder su trabajo. "Fue la primera vez que me subí a un avión”, contó sobre el día que jamás podrá olvidar.

"A pesar de que estuve en el banco los 90 minutos, aproveché y me saqué fotos con Marcelo Gallardo, un fenómeno. Después fui al vestuario de ellos y me tomé fotos con todo el plantel”, añadió todavía sin poder creerlo. “También me dio el pantaloncito Germán Pezella. Fue Espectacular, todo fue hermoso", dice riendo.

Al igual que otros cinco compañeros, Peña no recibe un solo centavo por parte del club. Cuenta que los jugadores más grandes sí reciben un sueldo y que espera empezar a cobrar pronto. Por el momento deberá empezar a buscar trabajo. "Ya me llamaron de una pizzería. Voy a ver si pruebo el fin de semana”, dice.

 

 

Lea aquí la historia completa.

Por Redacción Deportiva

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar