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El Madrid jugó el domingo en El Madrigal con dos días de descanso más que el Villarreal (que disputó el jueves su partido de Liga Europa); saltó al campo después del segundo pinchazo consecutivo del Barcelona. Los azulgrana, camino de Japón, se han dejado cuatro puntos en dos jornadas. Como si nada. El equipo de Rafa Benítez dimitió en la primera parte. El Villarreal le pasó por encima como hizo el Barça en el clásico. Reaccionó en el segundo tiempo, demasiado tarde para arreglarlo.
“Hemos salido a verlas venir”, analizó, inexplicablemente, el capitán, Sergio Ramos. “No entramos enchufados, faltaron determinación e intensidad. No hemos entendido bien el partido desde el principio. Para ganar los partidos tenemos que igualar la intensidad del rival y salir con más espíritu de equipo”, comentó Pepe. “Reaccionar tarde nos ha costado tres puntos”, sentenció Benítez. ¿Explicaciones? ¿Razones? Nadie las tiene.
Pepe dice que no se explica qué pasa, ni Ramos, ni Modric, ni Marcelo, que anoche aseguraban que había que hablar y arreglar las cosas. “Pero no ahora, que estamos en caliente”, contaba el lateral brasileño. El entrenador, el máximo responsable de la plantilla, tampoco dijo encontrar explicaciones a lo que pasó. “Es difícil explicar el pobre arranque que hemos tenido, son cosas que a veces ocurren, esperaba ver desde el principio el equipo que se vio en la segunda parte. Me quedo con la reacción de la segunda, ese es el camino, pero con más acierto”, analizó el entrenador del Madrid.
Benítez se ha dejado un punto en cada partido: suma 30 en 45. Lleva 23 goles menos que la temporada pasada a estas alturas de temporada (32 por 55). Cuando se lo hicieron notar en la sala de prensa del Madrigal preguntándole dónde estaba el atasco, dijo que también había recibido menos goles respecto a la temporada pasada (el caso es que ha recibido los mismos, 13). “El equipo sigue siendo el que más dispara a puerta. Tiene muchas ocasiones y no está encontrando la portería”, contestó tirando, una vez más, de estadísticas.
Las estadísticas dicen que los blancos ya llevan tres derrotas esta temporada (contra Barcelona, Sevilla y Villarreal) y que no le han ganado a ningún grande (empate en el Calderón). Las estadísticas dicen también que desde hacía ocho años el Madrid no sumaba menos puntos (30 de ahora por los 26 de la temporada 2008-09) y que desde hacía diez no marcaba menos goles (32 de ahora por los 26 de la temporada 2006-07). Ni siquiera en el tercer año de José Mourinho (cuando el equipo se dejó ir y perdió la Liga en diciembre), el Madrid había empezado tan mal (32 puntos sumaba entonces).
Benítez dijo anoche que el camino a seguir es el de la segunda parte, que le había gustado como había reaccionado el equipo. A veces da la sensación de que vive ajeno a la realidad. Hay señales evidentes (las maquillaron rivales como el Cádiz, el Eibar, el Getafe y el Malmoe) de las que no quiere percatarse. Al menos, públicamente.
El equipo sufre apagones, se le ve estático, no consigue tener continuidad de juego ni una buena salida de balón, hay jugadores con una condición física muy baja, falta lucidez delante de la portería y hay pocas ayudas en las coberturas. Y, encima, algunos pasan de las consignas del técnico. Marcelo se retiró anoche con calambres en los últimos cinco minutos de partido. Entró Jesé y le dijo a Bale que tenía que ocupar el lateral izquierdo. El galés hizo oídos sordos y Jesé terminó ocupando la banda de Marcelo.