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"Estas instancias se juegan con el corazón": Javier Mascherano

El jugador habla de la gran posibilidad que tiene la selección de Argentina de clasificarse a la final del Mundial de Brasil, aunque reconoce que Holanda no será un rival fácil.

Daniel Avellaneda, Sao Paulo, Brasil
09 de julio de 2014 - 01:25 p. m.
Javier Mascherano celebra a todo pulmón la clasificación de Argentina a la semifinal del Mundial de Brasil, tras vencer a Bélgica.  /EFE
Javier Mascherano celebra a todo pulmón la clasificación de Argentina a la semifinal del Mundial de Brasil, tras vencer a Bélgica. /EFE
Foto: EFE - Fernando Bizerra Jr.

Se trata del capitán sin cinta de esta selección. Porque por más que sea Lionel Messi el dueño del brazalete, en el interior del grupo Javier Mascherano es el líder del equipo. Por eso, su voz es más que autorizada a la hora de hablar con la prensa. Y, como dijo Pep Guardiola, el jefe es “un jugador perfecto”. Sólo basta con escuchar sus conceptos tácticos. Parece el técnico dentro del campo de juego. Y es, además, un jugador emblemático del conjunto albiceleste que esta tarde, a las 3:00 p.m. (Gol Caracol), enfrentará a Holanda en un partido que 40 millones de argentinos esperaban hace 24 años, desde aquella definición de Claudio Paul Caniggia ante Brasil en Italia 90 que les permitió jugar las semifinales ante el anfitrión y pegar el gran salto a la final de aquel inolvidable campeonato. También aguardaba esta oportunidad el santafesino de 30 años, amo y señor de la mitad de la cancha durante los últimos tres mundiales. Por fin, se dará el gusto de jugar un encuentro decisivo. Será aquí, en el estadio Arena Corinthians.

¿Por qué semejante desahogo después del partido con Bélgica?

Porque no podíamos permitirnos dejar escapar esta posibilidad de llegar a las semifinales. Hacía ocho, 10 años, que esperaba estar en una instancia de esta naturaleza. Y para todos los argentinos, pasaron 24 años. Entonces, fue demasiado fuerte. Por eso festejé de esa manera, gritando, cantando. Sabíamos lo que nos jugábamos, por eso lo vivimos con tanta euforia.

¿Fue más especial para usted que para el resto de los jugadores?

Para todos fue algo muy lindo. Tanto a Leo, como a Maxi Rodríguez y a mí nos tocó avanzar en el tercer Mundial que jugamos, pero queremos seguir pasando etapas. Cuando el sábado en la noche nos acostamos, después del triunfo ante Bélgica, sabíamos que al día siguiente nos íbamos a despertar pensando en cómo preparar el partido ante Holanda, que será muy difícil.

Está atravesando un gran momento. ¿Se puede decir que es uno de sus mejores mundiales?

Prefiero hablar de lo colectivo, de las maneras en las que estamos rindiendo. Por delante de los nombres está el equipo y una idea. Si un rival como Bélgica nos esperaba un poco más, se iba a complicar. Supimos cómo jugar el partido, porque se dio una manera a la que nos adaptamos mejor.

¿Contra Bélgica apareció el equipo?

El equipo fue de menor a mayor, más allá de que ahora poco importa, porque estamos en un momento decisivo. El equipo en esta ocasión llega de la mejor manera, pero tampoco nos sobra nada. Creo que fuimos inteligentes para jugar. Eso es lo más importante.

Pero hasta el partido del sábado, siempre salvó a la selección un rapto de inspiración individual, más que la estructura colectiva.

Sería injusto decir eso respecto al partido con Suiza, puntualmente. En otros partidos nos han salvado las individualidades, sobre todo en la primera fase. Pero esta vez generamos muchas situaciones de gol. Hemos pateado 22 veces a portería. Merecimos ganar mucho tiempo antes. En el análisis global, creo que lo tendríamos que haber resuelto en los noventa minutos. Y contra Bélgica jugamos un gran partido, sin ninguna duda.

¿Y cuál cree que fue la principal virtud? ¿En qué mejoró el equipo?

El equipo tuvo las líneas más juntas, evitó que Bélgica pudiera romper líneas. Su mayor virtud era atacar por dentro y tuvo que hacerlo por afuera. Creo que si hay una palabra para utilizar es la inteligencia, estas instancias se juegan con el corazón, con el alma, pero no alcanza si no sos inteligente. Por lo que yo vi durante el partido, el resultado nunca estuvo en peligro.

¿Lo sorprendió el nivel que mostró Messi, sobre todo esa dedicación a correr y a marcar como si fuera un jugador terrenal?

He visto partidos de Leo como el que jugó ante Bélgica, quizá nos resulte un poco extraño porque tuvo pocas situaciones. Al final del partido hubo una que le tapó Courtois, pero tanto él como Higuaín dieron la vida, lucharon arriba, creo que en el análisis en general hicieron un gran partido, se nota cuando tenés dos delanteros que pueden aguantar la pelota y te dan respiro para que las líneas puedan salir y tener más posesión.

¿Cómo se le juega a Holanda?

Holanda es el equipo que mejor contraataque tiene. Las vigilancias a los dos delanteros y a los dos mediapunta tiene que ser cercana, no les podemos dar espacios para correr, porque son más rápidos que nosotros. Entonces, tenemos que elegir los momentos para atacar. Hemos visto que defienden con mucha gente, tapan muy bien las bandas. El punto más fuerte es el ataque. Es muy peligroso cuando lo inicia Sneijder con comodidad.

¿No cree que puede llegar a cambiar la manera de jugar, teniendo en cuenta que el rival es Argentina?

Es muy difícil, a esta altura, en las semifinales, que los equipos cambien su forma de jugar. Las condiciones de esta Copa del Mundo en Suramérica generan que jueguen de una determinada forma. Por la temperatura, las canchas... Todo lleva a las selecciones a replegarse, a ocupar los espacios y salir de contra. Salvo Chile, no vi selecciones que salgan a presionar al rival.

¿Tiene a todos los rivales estudiados?

Sí. Pero, bueno, tenemos que encontrarle la vuelta. En el segundo tiempo con Suiza, creo que lo hicimos. En el partido con Bélgica, también. Porque llega un momento en el que los equipos se cansan y en esa rotación y ese movimiento de pelota se empiezan a encontrar los espacios. Habrá que tener paciencia, sobre todo para no quedar mal parados y no darle ventaja al rival. Los rivales no son tontos, saben cómo tienen qué contrarrestarnos.

¿Les preocupa Arjen Robben, que es uno de los mejores jugadores del mundo?

Un jugador como Robben lanzado a una velocidad terrible, con espacios, te mata. Trataremos de evitar pelotas detenidas, porque tienen muy buen juego aéreo. Tenemos que tener tranquilidad, ser inteligentes, que el partido no se gana ni en los primeros cinco ni en los primeros diez minutos. Tampoco somos nosotros los que tenemos que ir a arriesgar en todo momento.

¿Ya se puede hacer un balance de la participación de Argentina en esta Copa del Mundo? ¿No cree que fue muy buena, independientemente del resultado contra Holanda?

Estamos en competición, tratando de estar en todo lo que tenemos que hacer. Cuando esto termine, se analizará el campeonato que se hizo. Los balances siempre hay que dejarlos para el final. El centro de atención tiene que ser este partido ante Holanda.

¿Cuando llegó aquí se imaginaba estar jugando esta instancia?

En estos diez años que llevo en la selección hubo momentos en que no hicimos las cosas bien como para que suceda lo que nos está pasando. Hay un montón de situaciones en las cuales una pequeña cuota de fortuna hubiese cambiado la historia para nosotros y no se dio. Eso hace que en la intimidad se analice desde ese punto de vista y que Argentina pueda conseguir algo junto con esa suerte que nos faltó antes. Yo creo que estamos en ese punto justo. Ojalá podamos llegar a la final y ganar el Mundial. Sería un sueño.

Por Daniel Avellaneda, Sao Paulo, Brasil

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