Publicidad

La estrategia china dentro del fútbol mundial

La crisis financiera internacional debilitó el poderío europeo en el negocio del balompié. Mientras tanto, el gigante asiático empezó a hacer de las suyas. ¿Qué busca?

Edwin Bohorquez, Jesús Miguel de la Hoz
07 de febrero de 2016 - 04:29 p. m.

En Pekín, sobre las inmediaciones del Nido de Pájaro, el magno estadio que China construyó para los Juegos Olímpicos de 2008, se avistan a diario docenas de turistas caminando maravillados en busca del mejor encuadre para la foto. No es fácil, es tan grande que en una pequeña cámara a duras penas se alcanza a capturar una esquina. A su lado, otra gran construcción, cuadrada ella, ofrece una escena es similar. Se trata del Centro Acuático Nacional. Es el Cubo de Agua, como le dicen popularmente los chinos, los locales, los citadinos. Allí, a pesar de la contaminación marcada que vive esta icónica ciudad, se respira un aire de competencia, de deporte, de gloria. Pero no es la misma sensación que viven los pekineses.

Ellos, paradójicamente, creen que el Nido de Pájaro, el estadio que envidian países como Colombia, es lo que se llamaría por estas tierras un elefante blanco. Lo dicen los guías, quienes aclaran que les llama la atención el fútbol, pero que no lo juegan tan bien como quisieran. Que no se aprovecha esa construcción que entrelaza toneladas de metal en su estructura tal como si la hubiera tejido un pájaro gigante para abrigar a su crías. Pero ahora, comenzando el 2016, en China, la China de la clase media creciente, la de las compras de lujo, la del iPhone, la del BMW y el Mercedes Benz, también cabe su nueva estrategia de fútbol. China Sports Media adquirió recientemente, por 1.150 millones de euros (el equivalente a la venta de la participación que tenía el Estado colombiano en Isagén o 16 veces el presupuesto para deportes y recreación que tiene nuestro país destinado para todo el 2016), los derechos de emisión de la liga de ese país. Y se puede decir que ahí comenzó todo. Los equipos apostaron por reforzarse con grandes jugadores para hacer un torneo competitivo. Entonces se metieron la mano al bolsillo y ya hacen parte de las ligas del fútbol mundial que más invierten.

Al cierre de esta edición ya habían casado negocios por 136,9 millones de euros en este período de fichajes, que sigue abierto en ese país hasta el 26 de febrero. Tienen chequera. Y abierta. Lo están probando con creces. Detrás de ellos han quedado poderosas ligas en esta ventana de transferencias, como la española, que invirtió 55,8 millones de euros; la Bundesliga, con 44 millones de euros; la Ligue 1 de Francia, que se quedó en 21 millones de euros, y la Serie A italiana, con 12,8 millones, de acuerdo con las estadísticas públicas de la FIFA. A China están llegando jugadores de primer nivel en Europa. Nombres como los de Alex Texeira (del Shakhtar Donetsk al Jiangsu Suning); Jackson Martínez (del Atlético de Madrid al Guangzhou Evergrande), Ramires (del Chelsea al Jiangsu Suning), Gervinho (de la Roma al Hebei Fortune) y Fredy Guarín (del Inter de Milán al Shanghai Shenhua), lo comprueban.

Así que, ad portas del cierre del mercado, los negocios de pases apuntan a superar las cifras de 2015, cuando se partió en dos la historia de su balompié. Ese año, que fue cuando el gigante asiático apostó en serio por reforzar su liga, aumentó los montos totales en un 65,4 %. Desglosa el informe anual de la FIFA TMS (Sistema de Correlación de Transferencias, por sus siglas en inglés) entre 2014 y 2015, el gasto pasó de 93,3 millones de euros a 154,3 millones de euros. La TV y el mandatario Pero, ¿por qué lo hacen?, ¿qué hay detrás? “Esto obedece a una política de Estado liderada por el propio presidente chino, Xi Jinping, porque lo dijo el año pasado, que China debía convertirse en uno de los mejores equipos de fútbol del mundo, y cuando en un país como China un presidente dice eso, se vuelve una política de Estado”, explica Diana Andrea Gómez, experta en China y directora de la cátedra China de la Universidad Nacional. Ellos “necesitan ganar simpatía en Occidente, ganar adeptos y qué mejor escenario que el fútbol”, apunta. “Tienen los recursos económicos para comprar jugadores, tienen los espacios y el interés de llegar a convertirse en una potencia en ese fútbol que mueve pasiones”.

Y es que uno de los artífices del aumento de popularidad del fútbol en China es precisamente Xi Jinping. Él, entre otras medidas, implantó el fútbol como asignatura obligatoria en las escuelas, una ley que está incluida en un plan de reforma integral del balompié nacional aprobada por el Comité para la Reforma, una de las principales instituciones del régimen comunista. Katherine Pereira, directora del programa de negocios internacionales y comercio exterior de la Universidad de la Sabana, cree que el objetivo chino es desligarse de cosas negativas, buscan que los asocien por cosas positivas y en eso es fundamental el fútbol y sus jugadores. “Como lo han hecho los árabes, de adueñarse del PSG y hasta del Arsenal. Es entrar a retar el mundo occidental con una presencia más alta, acaparando los valores nuestros en temas como el de los deportes. El jugador es un símbolo valioso, porque hay un tema de mercadeo y negocio asociado precisamente a la marca que creó el mismo jugador.

Es adueñarse de un valor”. La realidad es que lo están logrando. El aumento de popularidad del fútbol impulsó a las empresas a invertir en los clubes, como lo hizo Fortune Land Development con el recién ascendido Hebei Fortune, equipo que contrató a Gervinho por 18 millones de euros, o como lo hizo el grupo Evergrande, una empresa inmobiliaria de no mucho éxito que buscó en el Guangzhou una vía de inversión en 2010 y que a partir de ahí se convirtió en uno de los equipos más poderosos de China y, además, de Asia. Pero la inyección final la dio el megacontrato que firmó China Sports Media para quedarse con los derechos de retransmisión durante los próximos cinco años de la Liga, lo que supondrá unos ingresos de unos 230 millones de euros a partir de la temporada 2016, contrario a lo que ganaron hasta 2015, que fueron 7,1 millones. Aunque aún lejos de los 1.400 millones de euros que suelen aportar anualmente los derechos televisivos a la liga inglesa, la más cara del mundo, o los cerca de 700 millones de euros de la liga española, el contrato firmado en Pekín en octubre pasado supone un gran salto de calidad para el fútbol chino. En su momento el vicepresidente de la Federación China indicó que “este contrato impulsa nuestra confianza en la liga para convertirla en una de las mejores del mundo”. Los colombianos Ricardo “El Gato” Pérez fue uno de los primeros jugadores colombianos en llegar al fútbol de China.

Fue en 1999, al Sichuan Guancheng, pero su principal problema fue la adaptación. Aunque vivió en hoteles siempre, el idioma, la comida y la cultura chocaron contra las costumbres del exdelantero de Millonarios y del América de Cali: “Lo de la comida fue complicado al principio, porque es muy distinta la presentación a como la conocemos aquí. La ciudad donde estuve era la más picante de toda China”, recuerda. Claro que no todos tienen la misma experiencia. Carmelo Valencia, quien ha jugado en las últimas temporadas en el fútbol de ese país, afirma que aunque al principio es complicado, con el paso de los días la persona se acostumbra. “Uno es profesional y se dedica a trabajar. En mi caso, por ejemplo, me movilizaba de la casa al entrenamiento y viceversa, y como me fui con mi familia, no sentí tanto la diferencia”. De hecho, “El Gato” subrayó que los colombianos encuentran un país mucho más moderno, y esto lo confirma Valencia, quien se refirió específicamente al caso de su primo, Jackson Martínez. “Hablé con él, me preguntó qué tal era China, la ciudad donde iba (Cantón), y si su familia se adaptaría.

La ciudad donde él va es de muy fácil adaptación, porque tiene muchos extranjeros y tiene un muy buen clima. Él va a estar tranquilo”. Lo que se comenta en el medio deportivo es que están cambiando gloria por dinero. Y lo que dijo en conversación con El Espectador Helmut Wenning, representante de Fredy Montero, quien el lunes pasado confirmó su pase al Tianjin por 7 millones de euros: es que “ellos están pensando en su futuro y en el de sus familias antes que la parte deportiva. La realidad es cruda y al final de sus carreras, cuando comienza la vida para ellos, similar a la que vive el 99 % de las personas, lo único que cuenta es la plata ahorrada. Los títulos, los trofeos y la gloria obviamente es algo bello, pero de eso no van a vivir”. Él, que sabe de deportes, pero también de negocios, tiene la escena clara: “Hay que tener en cuenta que sus años de máxima producción son muy pocos y por eso deben aprovechar al máximo está oportunidad, porque nadie sabe si se volverá a presentar”.

¿Qué tienen que hacer los chinos para ser más poderosos?

Katherine Pereira, directora programa de negocios internacionales y comercio exterior de la Universidad de la Sabana, considera que los chinos “dentro de la administración del fútbol tendrán que ser más determinantes a nivel de FIFA, conseguir espacios grandes para que se midan con otros equipos, porque si tienen cuatro muy buenos, finalmente la meta podría ser meterlos en una Champions y ver si sus equipos son competitivos, de esa forma validarían esa estrategia de llevarse muy buenos y costosos jugadores”.

Por su parte Diana Andrea Gómez, experta en China y directora de la cátedra China de la Universidad Nacional, recuerda que “en el año 78 Deng Xiaoping, líder chino, el líder que le siguió a Mao Tse Tung, dijo: dentro de 100 años vamos a ser una potencia económica. Y eso es lo que están haciendo. ¿Qué pasa? Con la crisis financiera internacional, con lo del 9/11, ha habido eventos de gran impacto que han debilitado a Occidente y eso le ha facilitado el poder de crecer a China más rápidamente. Con el fútbol va a pasar lo mismo, la meta podría ser lejana, pero se les está acortando en razón a que China tiene más recursos que las ligas europeas y puede comprar más jugadores para lograrlo”.

Por Edwin Bohorquez, Jesús Miguel de la Hoz

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar