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Radamel Falcao García quiere retomar su nivel. Trabaja fuerte para ello. Cuenta con el apoyo de Leonardo Jardim, técnico del Mónaco, y con su equipo para lograrlo. Pero las lesiones parecen no dar tregua con el delantero colombiano, quien de a poco ha cumplido sus sueños. El más grande, sin duda, es haber vestido la camiseta amarilla de la selección de Colombia y busca repetirlo. “Es la ilusión de todo niño, de todo futbolista”, dijo en un hangout previo al partido del sábado ante el Saint-Étienne por la fecha 11 de la liga de Francia.
Tanto era su anhelo de llegar al combinado nacional que aún recuerda como si fuera ayer, la primera vez que lo convocaron, “fue para ir a una Sub-17, así que estaba emocionadísimo y aprovechando al máximo de todo lo que se vive en una selección nacional”, recuerda el samario, quien resalta que los próximos partidos que vienen para los dirigidos por Pékerman no serán fáciles. “Vienen dos partidos súper importantes: Chile, en casa, y Argentina, allá; esperemos que las cosas salgan de la mejor manera, sigamos en el grupo de cuatro clasificados. Todavía queda más de la mitad de los partidos de la segunda ronda y Colombia tiene jugadores, un buen equipo, un gran cuerpo técnico, y esperemos que se consiga la clasificación al Mundial”, precisa sin pensarlo.
Pero fuera de la selección de Colombia, Falcao viene atravesando una temporada con muchos problemas. Las lesiones no lo dejan de lado. Su pierna izquierda y la cabeza son las que más han sufrido, pero ya son cosas del pasado y ahora busca recuperar el terreno que había ganado en pretemporada, “debido al trauma en la cabeza no podía entrenarme con normalidad. Espero acumular minutos, y jugar, ese es el mejor entrenamiento”, asegura el delantero, quien dice estar bien emocionalmente. “Nosotros los deportistas estamos sobre presión constantemente, más en situaciones como las que he pasado yo, que han sido muy difíciles, pero yo estoy bien y con esperanza de que voy a sobrepasar este momento. Además, disfrutando de mi familia, mis hijas, y la vida en Mónaco, donde me hacen sentir muy querido”.
Es por esa razón que no sabe aún si regresar a alguno de los equipos en los que jugó anteriormente. “River es mi casa, me crio, allá me hice hombre; cumplí el sueño de hacerme profesional. Con Porto viví años maravillosos, allá me terminé de pulir. Y luego en Atlético, la pasé muy bien. Tiempo de volver no sé, hay que ver, pues las segundas partes a veces no son muy buenas”. Aún así, el samario guarda buenos recuerdos, sobretodo de River, su primer hogar. El futbolista nacional recuerda con emoción su primer gol con el equipo millonario, "fue soñado”, indica, “viví cuatro años en la pensión del club y miraba desde el balcón de la pensión el estadio, soñando con marcar, y se consiguió como lo había soñado, picándosela al arquero, así lo hacía en el PlayStation”.
A pesar de la diferencia horaria que tiene con respecto a Colombia, el delantero está pendiente de lo que sucede en el fútbol nacional. Al América le deseó suerte para que vuelva a Primera División, “engrandecería nuestro fútbol”, afirma sin titubear. “Esos son clubes representativos y se les extraña, ojalá vuelvan para que podamos ver esos grandes clásicos de los cuales siempre hemos disfrutado”, pero lo que más lo tiene sorprendido es Miguel Ángel Borja, el delantero de Atlético Nacional. El momento goleador que está viviendo es notorio y el miércoles anotó un gol para enmarcar, “fue tremendo, felicitaciones para él”, finalizó.