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La final de las finales

Por tercera vez en la historia, Argentina y Alemania definirán el título de una Copa Mundo. En México 1986 ganaron los albicelestes; en Italia 1990 el triunfo fue para los teutones.

Luis Guillermo Ordóñez / Enviado Especial a Sao Paulo, Brasil
11 de julio de 2014 - 12:47 p. m.

“Volveremos, volveremos... volveremos otra vez, volveremos a ser campeones... como en el 86”, cantaban sin cesar unos 20.000 hinchas argentinos que estaban en la Arena de São Paulo en el momento de la victoria 4-2 sobre Holanda, en la definición por penaltis de la segunda semifinal del Mundial de Brasil 2014.

Lo hacían, más que convencidos, ilusionados. Su selección llevaba 24 años sin llegar a la final de un Mundial y por eso celebraron en exceso. Campeones en 1978 y 1986, los argentinos sueñan con levantar su tercera copa justo en casa de su más tradicional rival y en el estadio que los brasileños consideran el templo del fútbol, el Maracaná.

Pero Alemania también quiere la gloria. Coronada en Suiza 1954, en su propia casa en 1974 y en Italia 1990, la selección teutona podría sumar su cuarto título e igualar a Italia, ganadora en 1934, 1938, 1982 y 2006.

El duelo entre Argentina y Alemania se ha convertido en uno de los más apasionantes en la historia de los mundiales. De hecho, esta será la tercera final entre esas dos selecciones, que ya se vieron las caras en el estadio Azteca de México en 1986 y en el Olímpico de Roma en 1990.

Hay un ingrediente adicional. En los dos más recientes mundiales, Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, se encontraron en cuartos de final y en ambas ocasiones los teutones salieron vencedores.

“Pero una final es otra cosa; aquí definitivamente no hay favorito”, le dijo a El Espectador el exdefensa de la selección de Argentina Óscar Ruggeri, uno de quienes más celebró la dramática victoria albiceleste contra Holanda. “En el 86 estábamos muy parejos, así como en el 90, cuando el árbitro marcó la diferencia”, dice con ironía.

Y tiene algo de razón. Esa primera final, la de México, fue tal vez una de las mejores de la historia. Argentina se fue en ventaja 2-0, con anotaciones de José Luis Brown y Jorge Valdano, pero Alemania no se entregó y logró igualar con tantos de Karl-Heinz Rummenigge y Rudi Voller.

Luego, Diego Armando Maradona sacó un conejo de su sombrero y le dio un pase magistral a Jorge Burruchaga, quien con un puntazo venció a Tony Schumacher.

Pero la revancha llegó muy pronto. Cuatro años después Alemania se había renovado y llegó a la final como favorita ante una Argentina que le apostaba todo a su disciplina táctica, su despliegue físico, el gran momento de su arquero antipenales Sergio Goycochea, la magia que aún tenía la zurda de Maradona y la efectividad de su goleador, Claudio Caniggia.

Alemania, más sólido y con mayores alternativas, dominó todo el partido, pero no logró superar la férrea defensa albiceleste. Hasta que a los 85 minutos el árbitro Edgardo Codesal, uruguayo nacionalizado mexicano, sancionó un dudoso penalti de Néstor Sensini sobre Voller, que Andreas Brehme transformó en gol.

En partidos oficiales Argentina y Alemania no volvieron a verse sino hasta los cuartos de final de 2010, en el estadio Olímpico de Berlín. El juego terminó 1-1 y en la definición por penaltis se impusieron los locales 4-2. Ese equipo albiceleste era dirigido por José Pékerman.

Y en Sudáfrica 2010, otra vez se vieron en los cuartos de final, pero los panzers pasaron por encima con una contundente goleada 4-0, con goles de Thomas Müller, Arne Friedrich y dos de Miroslav Klose. De esos planteles se mantienen ocho futbolistas argentinos y 10 alemanes, además de su entrenador, Joachim Löw.

Este domingo podría repetirse la historia del 90. Los teutones llegan como favoritos tras su contundente victoria 7-1 sobre el local Brasil en semifinales. Argentina, en cambio, no ha logrado convencer, aunque tiene a Lionel Messi.

Sea cual sea el resultado, cortará una racha sin grandes títulos de alguna de las dos naciones, consideradas, con Brasil e Italia, las más poderosas en la historia del fútbol. Argentina no celebra un torneo importante de categoría mayores desde 1993, cuando ganó la Copa América en Ecuador. Alemania no lo hace desde su triunfo en la Eurocopa de Naciones, en Inglaterra 1996.

Eso sí, los teutones han sido protagonistas en casi todos los torneos que han disputado, al punto que han sido semifinalistas en los cuatro mundiales de este siglo y finalistas de la Eurocopa de 2008.

Dato: en los mundiales, Argentina y Alemania se han enfrentado seis veces, con una victoria albiceleste, dos empates y tres triunfos teutones. En 1958 y 1966 se encontraron en primera ronda. En 1986 y 1990 jugaron la final. Y en 2006 y 2010 los europeos se impusieron en cuartos de final.

Por Luis Guillermo Ordóñez / Enviado Especial a Sao Paulo, Brasil

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