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Francia, de la mano de Griezmann

El delantero de 25 años ha sido la gran figura de la Eurocopa. Este jueves marcó los dos goles del triunfo de su equipo ante Alemania.

Redacción Deportiva
08 de julio de 2016 - 03:18 a. m.
Antoine Griezmann, autor de los dos goles ante Alemania./ AFP
Antoine Griezmann, autor de los dos goles ante Alemania./ AFP
Foto: EFE - TOLGA BOZOGLU

Otro partido imparable de Antoine Griezmann. Con dos goles, una definición incontestable, con regates, con velocidad, protagonista de todas las ocasiones de su Selección, lanzó a Francia a la final de la Eurocopa con un 2-0 a Alemania, desbordada por el sensacional atacante del Atlético de Madrid.

La final espera este domingo, en el estadio de Saint Denis, contra Portugal y Cristiano Ronaldo. Es el momento de Griezmann, el niño que hace dieciséis años, cuando tenía nueve, vibró, gritó y saltó en su casa con el gol de oro de David Trezeguet en la final de la Eurocopa 2000, la última vez que Francia ganó.

Ahora es él quien deslumbra en Europa. Ya lo ha hecho con su club Atlético de Madrid toda la temporada. Y no ha parado en el torneo continental, lanzado con seis goles, tres por encima de sus inmediatos perseguidores, dos compañeros de Selección (Giroud y Payet), y a toda velocidad hacia la Bota de Oro de Francia 2016.

Decisivo en octavos de final contra Irlanda ¬sus dos tantos provocaron una remontada indispensable¬, goleador en cuartos contra Islandia, con una preciosa vaselina al contragolpe, y determinante, de nuevo, en las semifinales contra un adversario del potencial de Alemania, el campeón del mundo, superado también por Griezmann. Desde el principio se le vio suelto al internacional galo, ágil, de fácil regate, desbordante cada vez que agarró la pelota, como en una triple pared que terminó con un tiro raso, con la derecha, y una parada magnífica de Manuel Neuer. Sufrió, como todo su equipo, cuando Alemania se adueñó del duelo un tramo del primer tiempo, cerrado con un penalti transformado por Griezmann para poner el 0-1.

Una especie de revancha para el futbolista. Falló una pena máxima hace 39 días en la final de la Liga de Campeones del Atlético de Madrid frente al Real Madrid, contra el larguero, pero este jueves marcó al borde del descanso, con la izquierda, a media altura, fuera del alcance de Manuel Neuer, para dar una valiosa ventaja a Francia.

Después, marcó el 2-0, en el minuto 72, para culminar su imponente partido; oportuno, atento y sutil para aprovechar un rechace de Manuel Neuer y batir al guardameta de nuevo. En el 91, aclamado por la afición, dejó su puesto a Yohan Cabaye. Ya había hecho un trabajo indispensable para el pase de su Selección.

El domingo, en un escenario inmejorable, el estadio de Saint Denis, en su país, ante su público, con millones de espectadores, tiene la oportunidad de completar el desafío, de devolver a Francia a la cima de la Eurocopa, dieciséis años después del gol de oro de David Trezeguet en Rotterdam contra Italia, el 2 de julio de 2000.

Aquel día, Griezmann era un niño, hoy es el ídolo.

Por Redacción Deportiva

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