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Tras los 93 millones de euros con los que el Real Madrid quiso comprar al galés Gareth Bale, al Tottenham, Daniel Levy, presidente del club londinense, consideró como una humillación que la ‘Casa Blanca’ intentara negociar con el jugador un año después de fichar a Luka Modric.
Levy le dejó claro al Real Madrid que si quiere que el volante galés esté en sus filas, tiene que desembolsar 145 millones de euros, puesto que su club “no es la cantera del Madrid”.
Por su parte, el volante galés mostró su descontento puesto que cree que su etapa con el club llegó a su fin y además porque su sueño es jugar en el cuadro merengue.
Hace unos días el futbolista, según la prensa inglesa, habría fingido una lesión para ausentarse de los partidos de pretemporada. Pero este miércoles deberá sumarse al plantel, dice el diario Marca y se abren varios interrogantes. ¿Qué hará Bale?¿Estará el sábado en el amistoso contra el Mónaco?
Lo cierto es que el galés no piensa permanecer en Londres. Quiere jugar en la capital española y desde el club lo saben. Además, según informa The Sun, el agente del jugador de 24 años y sus padres se reunieron con Levy para pedirle la salida.
Bale, a quien el presidente del club le ofreció duplicarle el sueldo, tiene hasta el 31 de agosto, cuando finaliza el mercado de traspasos en Europa, para saber si se marcha al Real Madrid, o bien, se queda en el Tottenham.