La historia del 4-4 ante URSS y el gol olímpico de Marcos Coll

El colombiano es el único jugador en marcar un tanto en la historia de los mundiales desde el tiro de esquina.

Manuela Bernal Serrano
22 de abril de 2014 - 08:18 a. m.
Archivo El Espectador / Archivo El Espectador
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Dos mundiales en terreno europeo y con el de Brasil, tres en territorio americano los que completa la selección de Colombia en su historia mundialista. Son 14 los goles que se ha hecho la Tricolor en estas cinco participaciones, sin embargo hay uno que sigue siendo recordado por el mundo del fútbol.

Era un domingo en la ciudad portuaria de Arica en Chile. El estadio Carlos Dittborn sostenía a 8.040 espectadores ese 3 de junio de 1962. Entraron a la cancha las selecciones de la Unión Soviética y Colombia para enfrentar el segundo partido de la fase de grupos del Mundial de Chile.

Mientras tanto, en Colombia, “las calles parecían manicomios, se escuchaban gritos, llantos y un silencio ensordecedor” tal y como describía El Espectador hace más de 50 años.

A las 3:47 el árbitro brasileño arrancó el partido el cual empezó con mucha expectativa y según el recuento del técnico colombiano Pedernera, comenzó siendo dominado por los colombianos. Sin embargo, ya a los 15 minutos del primer tiempo parecía que Colombia se iría goleada luego de tres tantos rusos (Ivanov con dupleta y Chislenko).

Pero la fuerza y el corazón colombiano se hizo latente en el minuto 21 en el que Germán Aceros sorprendió al que había sido catalogado como el mejor arquero de la tierra para 1962 y anotó el que sería el primero de la selección nacional.

Al parecer, el descanso fue clave para Colombia. Pedernera habló con los muchachos y logró que los 11 cafeteros salieran a la cancha dispuestos a ganar a toda costa. Pero uno de los rusos volvía a acabar con las pocas esperanzas de Colombia, Ponedelnik parecía haber cerrado el marcador poniéndolo 4-1 a favor de la URSS.

Entonces, sucedió lo impredecible. Marcos Coll, hijo de un árbitro, nacido en Barranquilla que actuaba con el América de Cali quien cambió la historia y dejaría el nombre de Colombia en la historia de los mundiales.

Lo que parecía imposible sucedió en el minuto 68. Coll, quien se había propuesto para cobrar un tiro de esquina derrotó a la defensa y al arquero ruso. Un solo zapatazo que entró por el palo derecho del arquero se convirtió en el primer y único gol olímpico de los mundiales de la FIFA.

Olímpico era el gol de Marcos Coll quien recordaba la primera anotación llamada así. Un gol en 1924 por parte del argentino Cesáreo Onzari al convertirle al campeón olímpico, Uruguay, un gol en Buenos Aires, por lo que el nombre de esta hazaña tomo el nombre de gol olímpico.

Colombia celebraba el 4-2 pero iría por más. Sekularac, el Pelé europeo describía en 1962  “la forma de accionar de los colombianos me gustó mucho” y es que la selección tricolor marcó dos más con lo que empataron el encuentro. En el 72 Rada anotaría el tercero y en el 86, Klinger convertiría el cuarto para un global 4-4.

El Espectador titularía el diario del 4 de junio con un “Horas de ‘Locura Colectiva’ Vivió Colombia por el Triunfo en Arica”. Sin embargo, no fue el único que reaccionó ante la hazaña colombiana. Los diarios ingleses Daily Sketch, Express, Mail y más se referían al hecho con frases como “Viva Colombia” o “La pequeña Colombia obligó a los rusos a defenderse desesperadamente”.

Mientras en Bogotá, la lluvia no paraba y los espectadores y oyentes celebraban con gritos, agitando pañuelos blancos y con banderas que se hondeaban al ritmo del himno nacional que sonaba en los radios de toda la ciudad.

“Nos sorprendió el estado físico de los colombianos. Realizaron un juego corto, tácticamente suramericano, y además se amoldaron a la característica europea” declaró el técnico de la URSS, Gabriel Hatchjline a El Espectador en la ciudad portuaria chilena. Hasta el gobernador de la ciudad Arica, Antonio Encina emocionado decía “Colombia dio un magnífico espectáculo, jugando con corazón”.

Pedernera, por su parte, no ocultaba su emoción y decía “Colombia jugó con entereza, con verdadera garra y superándose tras cada contraste. La selección mostró ese mismo fútbol de Millonarios”.

Sin embargo, Alzate, quien actuó en todo el partido sólo decía “Pusimos el alma para no defraudar”.

En Colombia, faltando 17 minutos para las 4 de la tarde de ese domingo 3 de junio de 1962, efectivamente el país vivía momento de ‘Locura Colectiva’.

Los 11 de Colombia para el partido:

Caimán 'El Caimán' Sánchez, Marcos Coll, ‘Charol’ González, Rada, Klinger, Serrano, Alzate, López, Aceros, Echeverri, Jaime González

 

Por Manuela Bernal Serrano

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