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Jamie Vardy: de trabajar en una fábrica a candidato al Balón de Oro

El futbolista inglés, de 29 años, fue nominado tras ser el goleador del sorprendente equipo que ganó la última Premier League, el Leicester.

Redacción deportiva / EFE
24 de octubre de 2016 - 09:55 p. m.
Jamie Vardy, delantero inglés del Leicester.
Jamie Vardy, delantero inglés del Leicester.

La fascinante historia de Jamie Vardy, el futbolista que deslumbró al mundo con sus goles en la anterior temporada de la Premier con el sorprendente Leicester, actual campeón  del campeonato inglés, cautivó al planeta fútbol. 

Este delantero espigado, rápido y con buen remate, quien con sus 24 goles fue segundo en la tabla de artilleros de la Liga de Inglaterra en la temporada 2015/16, ha entrado en los libros de historia por ser el ariete del humilde campeón, apenas seis años después de estar jugando en la séptima división (Northern Premier League Premier Division).

La historia de Vardy, de 29 años, que fue descartado por el equipo de su ciudad, el Sheffield Wednesday, con apenas 16 por su corta estatura, es la de un jugador que nunca ha dejado de pelear hasta lograr su sueño de brillar en la Premier.

A raíz del “no” del Wednesday llegó un periplo por las divisiones inferiores del balompié inglés que comenzó en 2007, en el modesto Stocksbridge Park Steels, donde ganaba 30 libras semanales (alrededor de 40 euros). Para suplir gastos, encontró un trabajo a tiempo parcial en una fábrica de prótesis de fibra de carbono.

Una pelea a la salida de un bar, cuando salió en defensa de un amigo suyo sordo, complicó todavía más el futuro profesional del delantero, puesto que un juez le obligó a llevar una pulsera electrónica y a estar cada día en casa antes de las 18:30. (Lea también: Ibrahimovic, Lewandowski e Iniesta, también están nominados al Balón de Oro)

Sin embargo, gracias a su capacidad goleadora, el Stocksbridge logró ascender y él, tres temporadas después de su llegada, se ganó a los 23 años un traspaso al Halifax Town, equipo de la séptima división, que desembolsó cerca de 20.000 euros por sus servicios.

Un año y más de 30 goles después, fue el Fleetwood Town, de la quinta categoría, el que se fijó en Vardy. Lideró al equipo a alzarse con el título de liga, y a final de curso, con un balance de 31 goles en 36 partidos, fichó por el Leicester City, su club actual.

Los 'foxes', que en ese momento jugaban en la Championship, segunda división inglesa, pagaron un millón de libras (1,5 millones de euros) por él, convirtiéndole en el futbolista aficionado más caro del país.

Sus inicios en el Leicester no fueron fáciles, y en su primer curso solo logró anotar cuatro tantos. No obstante, la confianza del técnico entonces, Nigel Pearson, tuvo su recompensa, y Vardy, con 16 goles en 37 partidos ligueros, guió a su equipo a la Premier League en su segundo año. (Cristiano Ronaldo, Bale y Sergio Agüero, nominados al Balón de Oro)

Tras una primera temporada de adaptación a la categoría reina del fútbol inglés, el delantero, que el 11 de enero cumplió 29 años, se ha erigido como una de las sorpresas de la anterior temporada, lo que le valió ser nominado al Balón de Oro de este año, que ya no será entregado por la Fifa, sino solo por la revista France Football.

Vardy, que gracias a sus goles se ganó el derecho de vestir la camiseta de la selección de Inglaterra, se convirtió en el curso anterior en el futbolista de moda en el Reino Unido y en el único jugador en haber marcado en once fechas consecutivas en la Premier.

Compañeros, entrenadores, analistas, aficionados y medios de comunicación se rindieron ante la hazaña de un jugador que hace escasos seis años estaba jugando en séptima división.

"Felicidades, Vardy. Eres el nuevo número uno y te lo mereces", escribió el holandés Ruud van Nistelrooy, antiguo poseedor del récord, instantes después de que el inglés viera portería en un juego contra el United.

Mientras los aficionados del Leicester cantaban felices en el King Power Stadium la ya de sobra conocida canción "Vardy, él marca cuando quiere", los elogios y las alabanzas inundaban las páginas web y las redes sociales.

Su técnico, el italiano Claudio Ranieri, e incluso el exentrenador del United, el holandés Louis van Gaal, un hombre poco dado al elogio, felicitaron al goleador. "Es algo increíble y fantástico. Ha conseguido un récord magnífico, que es marcar en once partidos consecutivos. No hay muchos jugadores capaces de lograr eso", dijo el holandés tras 'sufrir' a Vardy.

Récords, anécdotas, un “no” que impulsó su carrera, goles y más goles, lo que le valió a Jamie Vardy tener la posibilidad de ser galardonado como el mejor futbolista del año 2016, el que será eterno en su memoria, en la del Leicester y en la de los enfermos por el fútbol.

Por Redacción deportiva / EFE

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