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Manchester United y Manchester City, eliminados de la Champions

Los dos equipos más fuertes de la Premier League no pasaron de la primera ronda en el certamen europeo.

El Espectador
07 de diciembre de 2011 - 09:35 p. m.

Basilea dio la gran sorpresa de la fase de grupos, derrotó por 2-1 al Manchester United y sacó al subcampeón europeo de la Liga de Campeones.

Al Manchester le bastaba con un empate, pero siempre fue a remolque y no encontró la forma de evitar la que supone su tercera eliminación en la fase de grupos en diecisiete años, tras las de las temporadas 1994-95 y 2005-06.

Y es que no le está resultando fácil la enésima reinvención del Manchester a Alex Ferguson. Camina con el pie cambiado frente al City en Inglaterra, ha sido eliminado de la Copa de la Liga y no ha sido capaz de entrar en octavos pese a verse encuadrado en un grupo que, con el Basilea y el Otelul Galati rumano, no debería haber tenido demasiados problemas.

En St Jacob Park, Ferguson no quiso arriesgar. Regresó al equipo David de Gea, juntó de nuevo en el centro de la defensa a Rio Ferdinand y Nemanja Vidic y entregó el mando del centro del campo a Ryan Giggs, con Rooney y Nani como referentes ofensivos.

Un equipo de garantías que se supondría que no tendría problemas para prolongar a nueve encuentros la racha invicta como visitante, en el partido 300 de los "diablos rojos" en Europa.

Pero todo se desmoronó a los diez minutos, cuando en una jugada sin excesivo peligro chocaron Vidic y Chris Smalling, De Gea despejó como pudo el remate del montenegrino Xherdan Saqiri y Marco Streller aprovechó libre de marca el rechace para fusilar al meta español.

Para aumentar la desgracia, Vidic tuvo que retirarse antes del descanso, después de que Streller se cayese sobre su rodilla y le provocase una lesión de ligamentos "que hace temer lo peor", según el club inglés.

Con mucho tiempo por delante y más experiencia que el rival, que tan solo en una ocasión se había asomado a octavos, el Manchester comenzó el asedio de la meta de Yann Sommer, pero lesionado "Chicharito" no tuvo quien la embocara. No, desde luego, el coreano Park, solo en el centro del área (m.29), ni Rooney cada vez más alejado de las zonas de peligro.

No hubo tampoco la esperada reacción tras el descanso. Al contrario, el Basilea atacó más y la primera acción de peligro de los "diablos rojos" fue un despeje contra su meta de Markus Steinhöfer que dio en el larguero, a la hora de juego.

Un nuevo fallo defensivo permitió rematar de cabeza a placer a Alex Frei ante De Gea, en el minuto 86, y corroborar el bombazo de la fase de grupos, que no pudo evitar ni el postrer tanto de Phil Jones (m.91) ni los desesperados intentos finales de un campeón venido a menos.

El líder de la Premier League tambiénquedó fuera de Champions

La cómoda victoria del Manchester City del español David Silva frente a un Bayern de Múnich plagado de suplentes (2-0) no fue hoy suficiente para que los "citizens" firmaran su paso a los octavos de final de la Liga de Campeones.

Los de Roberto Mancini quedaron relegados a la tercera posición del grupo A, que les asegura su entrada en la Liga Europa, después de que el Nápoles, segundo de la liguilla con un punto más que los ingleses, se impusiera en Villarreal.

Esta era la primera participación en la máxima competición europea del Manchester City, un club que dio un salto cualitativo hace tres años gracias a la inyección económica de un grupo inversor de los Emiratos Árabes, y que esta temporada lidera con autoridad la Premier League con cinco puntos de ventaja sobre sus vecinos del Manchester United.

Además de ganar, los ingleses necesitaban esta noche que el Nápoles no sumara tres puntos en Villarreal, y el técnico Mancini, convencido de que el milagro era posible, dispuso sobre el césped a todo su arsenal, con el argentino Sergio "Kun" Agüero y el bosnio Edin Dzeko en el ataque, secundados desde el centro del campo por Silva y el francés Samir Nasri.

El encuentro siguió los cauces del guión previsto desde el primer minuto y el City, consciente de que se jugaba una parte importante del éxito de la temporada, se adueñó enseguida del balón y buscó con insistencia el área rival.

El Bayern, por su parte, con pocos de sus titulares sobre el césped, prefirió replegarse para esperar a los ingleses en su propio campo y dejó a un solo hombre en punta para presionar al City en la salida del balón y aprovechar un eventual contragolpe.

Los locales hilaban jugadas con paciencia para llegar a la zona de tres cuartos con el balón controlado, pero los alemanes, expertos en destruir el juego del rival sin cometer infracciones, frustraban una y otra vez las intenciones de los "citizens".

Tras media hora de juego, los de Mancini prácticamente no se habían acercado a la meta de Hans-Jörg Butts y comenzaban a notar la presión de estar virtualmente eliminados pero, en uno de los momentos de juego más grises de los locales, Silva engañó a los defensas rivales para colocar el primero en el marcador.

El español controló con el pecho en la zona frontal del área un balón lanzado por Gareth Barry desde la banda derecha y, tras despistar a los defensores alemanes con un amago de disparo, colocó un balón ajustado al palo izquierdo que Butts no pudo alcanzar.

Con el City liberado de la ansiedad, el partido dio un giro radical y los locales se reencontraron con el juego al que están acostumbrados sus aficionados y encadenaron una serie de ocasiones de peligro que nacieron de las botas de Agüero y del mismo Silva.

Poco después de volver del vestuario, el marfileño Turé Yaya solventó el choque en el Etihad Stadium con un segundo gol.

Tras una precisa combinación entre Silva y Dzeko, el bosnio trazó un pase a una zona deshabitada del área rival para que el ex barcelonista se adelantara a la defensa alemana y rematara a placer.

Con un Bayern que a duras penas se acercaba al campo contrario, los aficionados del City comenzaron a estar más pendientes de lo que sucedía en España, donde el Nápoles continuaba atascado en el 0-0 frente al Villarreal, un resultado que servía a los de Manini para seguir adelante de la Champions.

Los cánticos en el estadio del City se apagaron sin embargo en el minuto 64, cuando llegaron las noticias del primer gol de los italianos en Villarreal y, aunque los "citizens" no dejaron de demostrar su talento en el ataque hasta el final del choque, no pudieron hacer nada para cambiar una situación que ya no dependía de ellos.

Por El Espectador

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