Diego Maradona y 'Doña Tota', su madre, fallecida este sábado a los 82 años, mantenían un vínculo de amor como el que retratan los tangos, una confesa adoración que el 'Diez' lleva tatuada en su piel con la inscripción "Tota te amo", en tributo a su 'vieja querida'.
"Mi madre es el amor más grande, por ella soy capaz de matar", había confesado una vez con la desmesura y la tragedia como sello inconfundible.
Maradona siempre hizo público el amor y agradecimiento hacia su madre, sostén fundamental junto a su padre en las horas más dramáticas que le tocó vivir, cuando estuvo al borde de la muerte por su adicción a las drogas y una vida de excesos.
Los hermanos de Diego, su padre, la mayor de sus hijas Dalma y otros familiares aguardaban este domingo en la casa familiar de Villa Devoto (periferia noroeste) la llegada del hijo más famoso para decidir los detalles de un funeral que anticiparon "será íntimo".
En la entrada un cartel escrito a mano agradece las condolencias recibidas y explica que "sólo podrán ingresar a la casa familiares directos".
Casada con 'Don Diego' desde hacía seis décadas, Dalma Salvadora Franco de Maradona crió a sus ocho hijos en medio de la pobreza en una villa miseria (barrio carenciado) de la periferia sur de Buenos Aires, algo que Diego siempre recordaba en conmovedoras anécdotas.
"Cuando llegaba la hora de la comida, mi mamá decía que le dolía la panza, porque quería que comiéramos nosotros y no alcanzaba...a los 13 años me di cuenta que mi 'vieja' nunca había sufrido del estómago. Nunca tuvo dolor de estómago, ¡Mentira!, era porque no alcanzaba. Por eso la amo a mi vieja", contó una vez.
Testimonio de ese amor incondicional, Diego eligió nombrar Dalma a su primogénita, la mayor de sus dos hijas.
Aunque había soñado un futuro para su hijo como contador público, 'Doña Tota' apoyó a Diego desde sus comienzos y solía asistir a los partidos para alentarlo en sus años de jugador.
"A veces no me dejaban salir a jugar y yo lloraba como loco, pero cinco minutos antes del partidito, la 'Tota' me daba el permiso", recordaba Diego.
En los últimos tiempos y ante las reiteradas internaciones que padeció, Maradona había manifestado su angustia por el delicado estado de salud de 'Doña Tota'.
"Mi vieja está muy mal, sólo le pido a Dios que no se la lleve, que nos deje volver a comer con ella, volver a tomar mate con ella, darle un beso, les pido a los médicos que hagan el milagro", había dicho el ídolo meses atrás en una conmovedora súplica, mientras su madre permanecía hospitalizada por su débil corazón.
Antes de partir hacia los Emiratos Árabes Unidos como entrenador del club Al Wasl, Maradona se hizo tatuar en la espalda una rosa con la inscripción 'Tota te amo', a sabiendas de su débil estado de salud.
"Ella está orgullosa de mi porque salí a buscar trabajo y lo encontré", afirmó sobre el apoyo que encontró en ella tras ser despedido como entrenador de la selección argentina luego de su fracaso en el Mundial de Sudáfrica-2010.
Maradona emprendió el sábado un urgente regreso desde Dubai hacia Buenos Aires tras ponerse en conocimiento del súbito empeoramiento en el cuadro de salud de su madre, pero recibió la noticia sobre su muerte en pleno vuelo, horas después de partir.